domingo, 31 de octubre de 2010

La Plata festeja un nuevo aniversario con varias cuentas pendientes


La ciudad cumplirá 128 años

En las últimas cinco décadas, el crecimiento de la capital provincial evidencia problemas estructurales que influyen en la calidad de vida de los platenses. El aumento de la población no tuvo una planificación ordenada en los últimos años.

Dentro de tres semanas, La Plata cumplirá 128 años. Las ciudades muchas veces crecen en altura y también a lo ancho, como las personas. Lamentablemente, también, como las personas, algunas ciudades envejecen y se deterioran. Es el caso de La Plata, que en los últimos cincuenta años dejó de ser una de las ciudades más pujantes y desarrolladas del país, para pasar a desarrollar problemas de todo tipo.

Las costumbres, los gustos, la vestimenta y los pasatiempos cambiaron por la modernización y el propio paso del tiempo, pero también por muchas carencias y falencias. Ya no se aprovechan tanto los espacios públicos porque hay otros entretenimientos, pero tampoco hay tantos espacios públicos aprovechables y están en peores condiciones. Las actividades al aire libre se cambiaron por otras, puertas adentro. Los chicos pasan más tiempo jugando con la computadora en casa que con otros juegos en la calle. Antes no había computadoras, pero tampoco tanta inseguridad como ahora. La vestimenta es más informal por practicidad y por falta de recursos para vestirse mejor. Así, se podría continuar con varios aspectos de la vida cotidiana.

En estos últimos años, la capital provincial aumentó enormemente su población en la periferia en relación al casco urbano, que también creció, pero a lo alto. Sin embargo, ese crecimiento ha sido desordenado y perjudicial para la ciudad y para sus habitantes, que en relación a las décadas del ‘50 y ‘60 disminuyeron notablemente su calidad de vida.

Actualmente en La Plata hay 107 asentamientos en la periferia, según un relevamiento del Centro de Investigación Social (CIS) de Un Techo para Mi País, del año pasado. El aumento de asentamientos implica carencia de recursos y servicios de todo tipo. Del total de asentamientos platenses, el 14% está en Melchor Romero, el 10% en Los Hornos y le siguen en porcentaje Villa Elvira y San Carlos, con 8% cada uno.

Según el último censo del miércoles pasado, se calcula que La Plata tiene 650 mil habitantes con un crecimiento del 11,5% en relación al anterior censo de 2001, que contabilizó 574 mil personas. El aumento de la población platense en estos últimos diez años es de casi el doble del que hubo en la década anterior, de 1991 a 2001, que fue del 6%, siempre según los datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).

Sin embargo, ese crecimiento fue desordenado y desparejo. El arquitecto Fernando Gandolfi explicó a Hoy que “en La Plata se produjo una pérdida generalizada de la calidad de vida, principalmente por dos razones: el deterioro en términos de crecimiento explosivo no orientado o mal orientado del casco urbano, y el crecimiento periurbano de la ciudad con falta de planificación”.

El historiador y presidente de la junta comunal de vecinos e instituciones de Melchor Romero, Néstor Gutiérrez, dijo a este diario que “a partir del crecimiento de la población, más del 60% de los platenses vive en la periferia, mientras que años atrás la mayor parte de la población vivía en el casco urbano”. Gutiérrez sostuvo que en el anterior censo “Melchor Romero tuvo un crecimiento superior al 50%, y en el casco urbano la cantidad de personas decreció”.

Gandolfi destacó la aplicación del decreto ley 8.912 de Uso del Suelo de 1977, como uno de los factores del crecimiento no orientado. En La Plata, la situación se agrava a partir de la sanción del nuevo Código de Planeamiento Urbano de la actual gestión del intendente Pablo Bruera, que favorece la construcción indiscriminada de edificios de propiedad horizontal y el negocio inmobiliario.

“Hay una falta de política de preservación patrimonial de esta gestión municipal que dejó librada la construcción de edificios a la más feroz especulación inmobiliaria”, consideró el arquitecto. “Hace cincuenta años había gran cantidad de viviendas individuales y algunos edificios de propiedad horizontal aislados, hoy la vivienda individual está amenazada porque la ciudad crece en vertical y queda en sombra, un ejemplo es la calle 61 entre 7 y 13, que es sombría a cualquier hora”, explicó Gandolfi.

El historiador platense Roberto Abrodos consideró que La Plata “perdió la identidad con tanta altura, en lo arquitectónico perdió algunas joyas, y también se perdió la función que habían planeado los fundadores de la circulación de los vientos, antes la ciudad era más aireada”.

Por otro lado, la calidad de las construcciones disminuyó notablemente por el abaratamiento de los costos de los materiales y la urgencia de las obras. Gandolfi recordó que “en la década del ‘60 se construyeron en La Plata edificios de gran calidad arquitectónica, principalmente los de los arquitectos Daniel Almeida, Carlos Lenci y Vicente Krause, pero después vinieron otros de peor calidad”.

Espacios verdes en extinción

La vida al aire libre es una de las costumbres que se fue extinguiendo con el correr de los años. La modernidad trajo otras actividades para desarrollar en espacios cerrados. Sin embargo, en La Plata se suma la depreciación de los espacios verdes. “Hace varias décadas se usaba el arroyo El Gato para pasear e ir a pescar, ahora sería impensado”, contó el historiador Néstor Gutiérrez, que destacó los problemas ambientales como uno de los principales factores del deterioro de la calidad de vida.

La Plata fue planificada con una preponderancia de espacios verdes. En el casco urbano hay una plaza cada seis cuadras y una gran variedad de forestación. Sin embargo, esa característica se está perdiendo porque no hay políticas para preservar los espacios verdes que existen, y tampoco se generan nuevos. “El crecimiento con falta de planificación en la zona periurbana lleva a que no se construyan nuevos espacios verdes, una de las virtudes del casco urbano”, dijo Gandolfi. El arquitecto, además, resaltó que “tampoco se preserva los que ya existen, la construcción del estadio de Estudiantes en el Bosque es un ejemplo, y, por otro lado, se está dando un tratamiento caricaturesco y absurdo de los espacios públicos, con cadenas de plástico”.

“En La Plata se olvidaron de la reforestación, hay que recuperar ese aspecto replantando en lugares como la calle 72, hay que volver a que La Plata sea una ciudad forestada e higiénica”, opinó el historiador Roberto Abrodos. En ese sentido, también influye la tala indiscriminada de árboles para favorecer la construcción, un panorama habitual en La Plata en los últimos años.

De la prosperidad a la decadencia en el trabajo

La ciudad de La Plata no escapa a los cambios en la distribución del ingreso y las condiciones de empleo del resto del país. Incluso, junto con Berisso y Ensenada, se convirtió en un caso testigo del auge y caída de las condiciones de vida que experimentó la clase trabajadora en los últimos cincuenta años. Los primeros gobiernos de Juan Domingo Perón coincidieron con una etapa de industrialización del país, que derivó en el pleno empleo y en el incremento del salario en un 500% en el período de 1945 a 1955, además de los grandes logros sindicales que se obtuvieron en esos años. En 1952, al terminar la primera presidencia de Perón, el 54% del ingreso nacional quedaba en manos de la clase trabajadora.

Esa situación permitió el surgimiento y afianzamiento de una nueva clase media que se consolidó durante las décadas del ‘50 y ‘60. En La Plata y la región se vio reflejado ese proceso con el crecimiento de las industrias en Berisso y Ensenada. Sin embargo, la situación empeoró en los años posteriores. La Plata pasó de tener 13.724 puestos de trabajo ocupados en 1974, a 8.531 en 1994; Ensenada pasó de 10.539 en 1974, a 3.683 en 1994; Berisso saltó de 6.147 a 905 en el mismo período. Una baja de más de 50% para toda la región.

La profunda caída de la actividad industrial del Gran la Plata se observa claramente en los datos correspondientes a las grandes empresas privatizadas en el período 1990-1995. Según la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), el Sindicato Unido Petroleros del Estado (SUPE) y la Municipalidad de Ensenada, sólo en esos años perdieron el trabajo 7.190 personas. La reducción del personal en la Refinería YPF (ex Destilería) fue del 85%; en Petroquímica La Plata (ex General Mosconi), del 50%; Petroken, 40%, y Siderar (ex Propulsora Siderúrgica), 52%.

Las indemnizaciones que recibieron los despedidos de las privatizadas -salvo excepciones particulares- se esfumaron. En esos años, proliferó el empleo informal y los microemprendimientos.

Actualmente, en el Gran La Plata la subocupación (personas que trabajan menos de 35 horas a la semana y quieren trabajar más, o aquellas que ocupan puestos por debajo de su cualificación) está superando a la desocupación. El Centro de Estudios Económicos Laborales y Sociales (Cedlas) de la UNLP aporta un dato revelador: en el grupo del 20% de mayores ingresos de la Provincia, el 13,6% son empleados estatales, lo cual contrasta con la participación de este grupo en el empleo total, que es de 6,5%.

La actualidad argentina es muy distinta a la de hace cincuenta años. El deterioro de las condiciones de empleo contribuye a la pérdida de la calidad de vida de los platenses, que en los últimos años vieron decrecer sus posibilidades enormemente.

El tránsito, un caos

El aumento del parque automotor en La Plata no estuvo acompañado por una planificación ordenada del tránsito en una ciudad cuyo trazado fue planificado a fines del siglo XIX, cuando todavía no se utilizaba el automóvil de manera masiva. Actualmente se calcula que el parque automotor tiene un crecimiento anual de cerca del 20 por ciento, y en la ciudad hay más de 250 mil vehículos en circulación. A esto se suma el deterioro en el sistema de transporte público que complica el traslado de los platenses.

La consecuencia más preocupante del actual problema del tránsito en La Plata son los accidentes viales, que crecieron en un 30 por ciento el año pasado. Ese año hubo 118 víctimas de accidentes de tránsito, que superan en un 51 por ciento el promedio nacional. En total, se calculan más de trescientos accidentes de tránsito por día. Esto se debe a la falta de una política para ordenar el crecimiento del parque automotor, un problema que se acrecentó enormemente en las últimas décadas.

Los hábitos también transformaron la ciudad

La postal actual de la ciudad es muy diferente a la de cinco décadas atrás. Cambiaron las costumbres y se transformaron los hábitos de los platenses. Además de los cambios edilicios, se experimentaron cambios en las relaciones interpersonales. Algunas tradiciones se perdieron y dieron paso a otras.

“Se fue perdiendo el respeto por los demás”, resume el historiador Roberto Abrodos. “Una de las tradiciones que se perdieron y que era muy habitual en La Plata es la de ir al Cementerio el Día de los Muertos, que venía de los inmigrantes europeos”, recordó Abrodos.

Para el historiador Néstor Gutiérrez, “una de las características de hace cincuenta años es que en la periferia las familias se conocían, con la transformación de la inmigración, el aumento de la población y los cambios en las costumbres ya no es tan fácil conocer a todos, y se perdieron las relaciones entre los vecinos”.

La actividad comercial también modificó las costumbres. “Las grandes ferias que aún perduran en La Plata, como la de 51 entre 20 y 23 o la del parque Saavedra, ahora son más acotadas, y dejaron de existir muchos almacenes de barrio porque hoy se compra todo en los grandes hipermercados”, dijo Abrodos.

La vestimenta es otra de las características que fue mutando con el paso del tiempo. “Hace cincuenta años los empleados públicos se vestían rigurosamente de traje y corbata, y también se utilizaba el sombrero, que dejó de utilizarse, y ahora la ropa es más informal, eso causó que dejaran de existir las sastrerías”, recordó el historiador. Una de las sastrerías características de la ciudad en las décadas del ‘50 y ‘60 era El Siglo, de la esquina de 7 y 54, actualmente desaparecida. “Era muy común ir a comprar a El Siglo los trajes, las camisas, las corbatas y los sombreros, esa tradición se perdió a partir de que la vestimenta es más informal”.

“Otra de las tradiciones que se perdieron es la de los negocios de cortes de género, donde las mujeres compraban las telas para confeccionar los vestidos, ahora se compra todo hecho y esos locales casi desaparecieron en la ciudad”, agregó Abrodos.

Fuente: http://www.diariohoy.net/accion-verNota-id-110885-titulo-La_Plata_festeja_un_nuevo_aniversario_con_varias_cuentas_pendientes

viernes, 29 de octubre de 2010

"Quisiera que me recuerden", por Kirchner

Nestor Kirchner lee el poema de Joaquín Enrique Areta. Obrero y poeta argentino (Corrientes, 1955). Militó en la Ciudad de La Plata, entre otras organizaciones, en la Unión de Estudiantes Secundarios. Secuestrado y preso en la ESMA, se le dio por desaparecido en 1978.

PALABRA VIVA es una recopilación de textos de escritores desaparecidos durante la dictadura militar. Contiene textos de 71 de esos autores y de 32 solo se publican datos biográficos porque ha sido imposible hasta el momento encontrar sus textos.

La Sociedad de Escritores y Escritoras de la Argentina -SEA- realizó un trabajo de tres años para recopilar los textos y las biografías de las escritoras y . La CONABIP apoyó la sitematización realizada por la SEA y colaboró con la edición.




Quisiera que me recuerden

Quisiera que me recuerden sin llorar
ni lamentarme
quisiera que me recuerden por haber hecho caminos
por haber marcado un rumbo
porque emocioné su alma
porque se sintieron queridos, protegidos y ayudados
porque interpreté sus ansias
porque canalicé su amor.
Quisiera que me recuerden junto a la risa de los felices
la seguridad de los justos
el sufrimiento de los humildes.
Quisiera que me recuerden con piedad por mis errores
con comprensión por mis debilidades
con cariño por mis virtudes,
si no es así, prefiero el olvido,
que será el más duro castigo por no cumplir mi deber de hombre.

Fuente: http://www.youtube.com/watch?v=1LfqyyMBZVQ

jueves, 28 de octubre de 2010

El día en que compartir el dolor fue necesario

Jueves, 28 de octubre de 2010

EL PAIS › DESPUES DE LAS OCHO DE LA NOCHE LA PLAZA SE LLENO PARA DECIR ADIOS Y RESPALDAR A LA PRESIDENTA

En una convocatoria espontánea y sin la presencia de aparatos políticos, decenas de miles de personas ocuparon la Plaza de Mayo para rendir homenaje al ex presidente y dejar claro el apoyo a Cristina Fernández.

Por Marta Dillon

Como un peso que se arrastra entre muchas manos, el dolor que se comparte también se hace más liviano. O se convierte en fortaleza. Así está escrito en cada baldosa de la Plaza de Mayo y en la historia argentina desde que un grupo de mujeres convirtió su dolor en movimiento y consiguió nombrar lo que estaba destinado al silencio: la desaparición de sus hijos. Así lo volvieron a escribir con su presencia y con mensajes apurados en marcador sobre papel, en flores atadas a las vallas policiales, en abrazos repetidos e interminables, decenas de miles de personas que no quisieron estar solas con el dolor que generó la muerte del ex presidente Néstor Kirchner.

Nadie podía precisar cómo había surgido la convocatoria, quién había fijado la hora, qué sería lo que iba a suceder allí, frente a la Casa Rosada a las ocho de la noche. Pero el mensaje circuló por teléfonos y computadoras, de boca en boca, a medio camino entre la congoja y un optimismo militante e inorgánico que indicaba que era necesario poner el cuerpo en la calle, tomar la calle, ocupar la Plaza. Congoja por la muerte inesperada de un hombre al que, según las distintas voces, se le debe desde el fin de las leyes de impunidad sobre los perpetradores del terrorismo de Estado hasta el “derecho a una jubilación”.

Algo de esa orfandad podía respirarse en una Plaza que se mostraba convencida de poder ofrecerle a Cristina Férnandez la fuerza necesaria para seguir adelante después de perder a su compañero de toda la vida. Aun a sabiendas de que ese mandato de “apuntalar, no abandonar la calle” –como se escuchó más de una vez– necesita expresar el dolor, aunque más no sea para compartirlo. Para que duela menos.

Ver:Nota completa

Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-155852-2010-10-28.html

La ciudad universitaria que talló el perfil definitivo de un político que lideró el país

Néstor Kirchner en sus épocas de estudiante de abogacía en la Universidad Nacional de La Plata

En La Plata

28-10-2010 / Néstor Kirchner estudió en la UNLP y allí se forjó en la difícil militancia de los años 70

Néstor Kirchner arribó a La Plata con la fuerza que lo acompañó hasta el último día. Corría el año 1969 y el contexto político no era para tibios. El Che Guevara comenzaba a ser una leyenda, el Cordobazo, la llegada de Allende al gobierno chileno y la proscripción del peronismo inspiraban a una inquieta juventud que soñaba con "cambiar el mundo".

Llegó de Río Gallegos y caminó las diagonales platenses hasta que llegó a la calle 45 Nº 312, entre 1 y 2. Esa pensión fue el lugar que lo cobijó y en donde tuvo sus primeras batallas dialécticas con Roberto Basile, Julio Pacheco y Omar Beain, los primeros compañeros y amigos de militancia desaparecidos bajo el régimen de la dictadura. Siempre los recuerdó: "Fueron ellos, pero podríamos haber sido nosotros".

La Plata no fue un lugar insignificante en su formación política. Vivió en una ciudad universitaria símbolo del escenario político de esa época, cuna del radicalismo y del antiperonismo enmascarado detrás de la Federación Universitaria de La Plata (FULP). Allí el peronismo proscripto dio una dura batalla.

En esos años, se creó la Federación Universitaria de la Revolución Nacional (FURN) donde Kirchner, como estudiante de Derecho, encontró su lugar. Fue uno de los primeros espacios que aglutinó a los jóvenes peronistas revolucionarios dentro de las aulas de la Universidad Nacional de La Plata.

En ese tiempo conoció a Carlos Kunkel, Carlos Negri, Marcelo Fuentes, Roberto Caballero y Carlos Moreno, quienes conducían la FURN. En Derecho, junto a Kirchner, también militaban Rafael Flores, Carlos Bettini, Gustavo Murici -hoy desaparecido-, Daniel Fernández, Jorge Alessandro, Daniel Santin, José Luis Horna, José Luis Horno y Carlos Cottini.

El hoy diputado Carlos Cottini fue uno de sus entrañables amigos. Pocos conocen la esencia del militante como él. Hoy está quebrado y no le salen las palabras. Las imágenes de horas de estudio en la pensión, reuniones con largos debates políticos y momentos de diversión en la pensión de 45 se le cruzan por su cabeza. "Néstor entró a militar en la FURN en 1970; tenía mucha convicción, pero no era un líder, era uno más de nosotros", recordaba alguna vez Cottini.

Al remomorar los momentos que compartieron en las aulas, el diputado provincial señalaba: "Nosotros teníamos que estudiar el doble para poder discutir con los profesores y defender nuestra posturas".

Otro compañero setentista es el platense por adopción José Luis Horna, quien lo recuerda como un militante aguerrido. "Con Kirchner recorríamos los barrios a principios de los 70. Fuimos compañeros de militancia hasta los años más duros cuando, en el desbande, cada uno agarró para su lado y él se fue para Santa Cruz".

"Yo compartí muchos momentos con Kirchner. Lo frecuentaba bastante. Primero en la pensión de la calle 45 y después en la calle 60 entre 16 y 17, la cuadra siguiente a la del asilo Marín. Hoy esa casa no está más", cuenta Horna.

Pero no son las únicas veredas que fueron testigo del camino que recorrió Néstor Kirchner en esta ciudad. Una casa ubicada en 6 entre 40 y 41 fue el escenario de muchos momentos que marcaron la vida de los Kirchner.

"Otro lugar de encuentro era la casa de Omar Busqueta, un compañero de Neuquén, en donde se veían con Cristina. Busqueta era el novio de 'Pipa' Cédola -también neuquina-, muy amiga de Cristina y que fue un poco quien hizo de Celestina. La casa está ubicada en 6 entre 40 y 41, casi 40. Cada vez que paso por ahí, me invaden los recuerdos. Era el lugar de encuentro de ellos", confiesa Horna.

Es el momento en el que Horna hace una pausa, y la nostalgia por revivir sus años de juventud, lo transportan a la Avenida 7: "Estaba esperando a que pase un cortejo fúnebre que llevaba los restos de un amigo. Por razones obvias no pude asistir al velatorio. Era nuestra forma de despedirnos de nuestros compañeros. Mientras esperaba, llegaron Néstor y Cristina. Lupín estaba muy preocupado. Me mostró los pasajes porque al otro día salían rumbo a Santa Cruz. Fue la última vez que los vi".

Visiblemente conmocionado por la noticia, Horna continúa su relato: "Yo no estudié con Kirchner porque era más chico. Militaba con él en la FURN que fue la primera agrupación peronista de la Universidad acá en La Plata. No participábamos en las elecciones del estudiantado partiendo de la base de que no había legitimidad en el Gobierno. La relación política nuestra era con el peronismo y con la Juventud Peronista".

"La generación anterior en el peronismo universitario eran Kunkel o Macelo Fuentes. Kunkel fue uno de los primeros. Después la agrupación se dividió y hubo un desprendimiento que fue el Frente de Agrupaciones Eva Perón (FAEP). En aquellos años nos juntábamos en las unidades básicas de los barrios y nuestro referente en el peronismo de la ciudad era el viejo (Horacio) Chávez que fue uno de los primeros muertos de la Triple A", dice el compañero de militancia de "Lupín".

La imagen que Horna tiene de Kirchner es la de un militante más y lo cataloga como "peronista de familia", a diferencia de los que se volcaron al espacio asimilándolo como una cuestión intelectual.

La militancia en esos años unió a jóvenes que continuaban la lucha de la Resistencia Peronista que había comenzado con la Revolución Libertadora y con la proscripción del peronismo. "Néstor era un compañero aguerrido como casi todos los que militábamos en esa época. Era un momento difícil en la Universidad, muy diferente al del 73 cuando hubo una avalancha de peronismo", señala Horna quien afirma que "la lucha en ese momento era por la vuelta de Perón. Era nuestra bandera. Era la sucesión del Luche y Vuelve y la continuación un poco de lo que había sido la Resistencia Peronista".

Kirchner y los compañeros de la FURN fueron a Ezeiza a buscar a Perón. Horna recuerda que ambos estuvieron a cargo de uno de los grupos de militantes platenses en la trágica movilización. La militancia universitaria continuó y culminó en la conformación de la Juventud Universitaria Peronista (JUP), uno de los protagonistas del triunfo de (Héctor) Cámpora en 1973 y grupo activo en la vida universitaria del peronismo.

En ese contexto, la relación de Néstor con Cristina se consolidaba hasta que se casaron el 9 de mayo de 1975 en el registro civil de La Plata. Dicen que, en lugar de la marcha nupcial, se escuchó la marcha peronista.

Fuente: http://www.elargentino.com/nota-112025-medios-122-La-ciudad-universitaria-que-tallo-el-perfil-definitivo-de-un-politico-que-lidero-el-pais.html

martes, 26 de octubre de 2010

Un cóctel explosivo llega a la ciudad: tequila, tabaco y rock

Martes 26 de Octubre 21:00 Hs.

El grupo mexicano Molotov celebra sus quince años en La Plata

"Somos los feos y malos, somos amigos del bueno/ Somos los que en la playa chingan los planes chingones/ Somos los superchilangos entre tu y tus vacaciones". Ese hit de algunas temporadas atrás ("Here we kum", cruza de Plastilina Mosh con White Stripes) pintaba de cuerpo entero (un cuerpo generoso en kilos de barriga cervecera) a este grupo de forajidos padrísimos que desde México hacia Latinoamérica hicieron ruido con su coctel explosivo: rap-core a los Beastie Boy, spanglish a lo Kuriaky fraseos prestados y (per)versiones variadas a los Kapanga, liturgia fiestera, auténtica y decadente, y marcado discurso político, no tan constante como el de Manu Chao ni tan imaginativo como Calle 13.

Tequila, tabaco y rock, todo de la mano de tres mexicanos y un yankee disidente, irrumpieron en 1997, con el irreverente ¿Dónde jugarán las niñas?, respuesta irónica a ¿Donde jugarán los niños? de Maná. El contenido corrosivo y explícito de sus letras y su sugerente tapa le proporcionaron censuras al grupo que se había formado dos años antes, y que había conquistado su propio público en el circuito mexicano antes de editar gracias a telonear a bandas como Héroes del Silencio o IKV.

Molotov salió a vender sus discos en la calle, protestando, y finalmente la placa fue nominada para el premio Grammy (internacional) en la primera categoría de su género como: "Mejor Interpretación de Rock Latino/Alternativo". El disco consiguió siguientes reconocimientos en distitnos paises de habla hispana.

Molotov comenzó a girar por Estados Unidos al lado de grupos alternativos conocidos y comenzaría con una marca registrada: hacer versiones extrañas como "Rap, Soda y Bohemia"(“Rapsodian Bohemy”, de Queen) o "Amateur" (“Rock me Amadeus”, de Falco).

Pero tras su arenga fiestera ideal para animar festivales, fueron delineando un discurso político que se coló en los canales mainstream de comunicación: "Gente que vive en la pobreza / nadie hace nada porque a nadie le interese /Es la gente de arriba te detesta / hay más gente que quiere que caigan sus cabezas”. “Gimme the power” asomó como una protohimno progre de la banda, pero ya en temas como “Frijolero”, apuntan contra Estados Unidos y la problemática de los mexicanos que emigran a la gran hamburguesería del norte y son tratados como delincuentes: "Podrás imaginarte desde afuera / ser un mexicano cruzando la frontera / pensando en tu familia mientras que pasas / dejando todo lo que conoces atrás / si tuvieras tú que esquivar las balas / de unos cuantos gringos rancheros / las seguirás diciendo good for nothing wetback?".

Claro que la diversión y la facilidad para las rimas y aliteraciones chicanas germinaron alegres raps como “Parásito” ("Subieron la mota, también el alcohol / y ahora es más caro ponerse un pasión / Que le pasa muchacho, sigue borracho / le apesta el hocico, hueles bien gacho / gastas tu tiempo, todo tu dinero / estás en la ruina por andar de culero / todos trabajan y tu estás durmiendo") o , dedicada a la farándula de Televisa, "El carnal de las estrellas" (Y quieres volverte una súper estrella no tienes talento ni una vocación / y quieres salir en la televisión / Que a un productor te lleve a la fama / pero antes tendrás que acostarte en su cama). También para exponer atisbos de "seriedad" y conciencia apocalíptica cono "El mundo se va a acabar".

Hace un par de años, anunciaron su separación aduciendo diferencias de creatividad y por problemas económicos, dando a entender que extrañamente el proyecto los estaba dejando en bancarrota. Luego de ese anunció, y teniendo aún contrato con la discográfica por un álbum más, cada uno de los integrantes editó un EP. Meses más tarde, anunciaron el lanzamiento de un nuevo disco, que aún no tiene nombre pero confirma que la separación fue una broma.

Tito Fuentes, Miky Huidobro, Randy Ebright y Paco Ayala siguen juntos y celebran nada menos que 15 años en la carretera, hoy a las 22 en el escenario de la Sala Ópera (58 entre 10 y 11). ¿Molotov en una fiesta de 15? Esto sí que se prende, güey.

Fuente: http://www.elargentino.com/nota-111731-medios-122-Un-coctel-explosivo-llega-a-la-ciudad-tequila-tabaco-y-rock.html

lunes, 25 de octubre de 2010

Volvió el caballero de fina estampa

Lunes, 25 de octubre de 2010

DANZA › PRESENTACION DE MIKHAIL BARYSHNIKOV EN EL TEATRO COLISEO

El mítico bailarín, de 62 años, realizó dos únicas funciones de su espectáculo Tres solos y un dúo junto a la española Ana Laguna. Se mostró en gran forma, ya sin el despliegue aéreo de antaño, pero siempre sólido y con una capacidad expresiva que dejó con ganas de más.

Por Carolina Prieto

En el marco de una gira latinoamericana, Mikhail Baryshnikov se presentó por cuarta vez en Buenos Aires junto a la bailarina española Ana Laguna con el espectáculo Tres solos y un dúo, compuesto por cuatro piezas breves y contemporáneas hilvanadas en un montaje minimalista en el que primó la madurez de dos intérpretes intensos, muy expresivos y con un manejo técnico aún sorprendente. La sola aparición en el amplio escenario del Coliseo del bailarín de 62 años, vestido de blanco y con un físico impecable, generó la ovación del público que pagó hasta mil pesos por ver a una de las mayores estrellas de la danza internacional, que inició su carrera en la ex Unión Soviética y luego se radicó en Estados Unidos. La función comenzó con Valse-Fantasie (Vals Fantasía), con coreografía del ruso Alexei Ratmansky y música de Mikhail Glinka, una pieza romántica y juguetona en la que Misha desplegó su arte límpido con movimientos precisos e impecables, combinando el lenguaje clásico y el contemporáneo.

Ya no salta como lo hacía antes, pero su cuerpo sigue siendo un instrumento refinado, grácil y veloz que transmite los vaivenes de un hombre al darse cuenta de que ya no siente nada por la mujer que lo desveló años atrás. Su fina estampa y sus cambios de ritmo cautivan; y la platea, sobre todo femenina, lo agradece. Le siguió Solo for Two (Solo para dos), a cargo de Laguna, la artista que en el ’74 fue invitada a integrar el Cullberg Ballet de Estocolmo, desde donde se proyectó internacionalmente. Su figura contrasta con el modelo de la bailarina tradicional: esta mujer nacida en 1954 sólo lleva puesto un vestido rojo amplio, suelto y largo; el pelo negro y canoso atado en una colita y los pies descalzos. Con música de Arvo Part y coreografía del sueco Mats Ek (su actual pareja), la española transmite con vehemencia el tormento de una mujer que busca y sufre por un amor inasible que se cuela como una ráfaga en dos momentos. Ahí es cuando Baryshnikov asoma como un fantasma para dejarla a ella danzar un solo de dolor y desgarro.

El ex primer bailarín del American Ballet Theatre, célebre compañía de la que además fue director artístico, regresa al escenario con Years Later (Años después), pieza en la que dialoga con su misma imagen proyectada en una inmensa pantalla. En la primera función del sábado hubo algunos desajustes técnicos, que él resolvió con gracia y soltura cuando la imagen no aparecía. Pidió perdón, recibió por esto más aplausos, y volvió a empezar. En esta obra creada por el joven coreógrafo francés Benjamin Millepied sobre la Melodía para saxofones de Philip Glass, el artista mantiene una conversación danzada consigo mismo: imágenes en blanco y negro de un Misha jovencísimo en pleno ensayo (cuando tal vez no tenía ni veinte años) y el hombre actual ejecutan al unísono los mismos movimientos. Hasta que la imagen virtual se lanza en unos giros velocísimos y eternos que el Baryshnikov carnal ni intenta realizar. Se detiene y mira la pantalla, asombrado por lo que antes podía hacer. Luego, la imagen se triplica: Baryshnikov de carne y hueso, su sombra negra proyectada sobre la pantalla dialoga con un Baryshnikov más joven aunque no tanto como el del comienzo. Tres cuerpos de distintas materialidades, dos instancias temporales y un juego atractivo de simultaneidades y diferencias. Esta obra especular es un guiño simpático: deja en claro que el intérprete acepta con humor el paso del tiempo y que todo intento de volver a sus increíbles habilidades pasadas sería en vano. Hasta se queda parado mirando atónito la pantalla, como si fuera un espectador más.

Tras un breve intervalo, los dos bailarines se unen en el dúo Place (Lugar), también de Mats Ek. Una mesa de madera, una alfombra y tres reflectores son el marco para el encuentro de esta pareja que adquiere distintos climas: placidez, encanto, distancia, desesperación, furia. Ella (de pollera larga y camisa) y él (de traje) se enredan en juegos dulces y ásperos, que cambian de ritmo e intensidad, hasta terminar ella sola en el escenario temblorosa y sacudida por espasmos. El público se puso de pie para ovacionar al dúo que salió a saludar hasta cinco veces mientras los gritos, los flashes (aunque él pidió varias veces que no sacaran fotos) y los aplausos se mantuvieron durante minutos. Pero más allá de la adoración del público, esta visita dejó con ganas de más. No de saltos ni piruetas que un cuerpo de 60 años ya no podría dar, pero sí un mayor juego, riesgo y expresividad, que estuvieron presentes en varios pasajes pero que las coreografías no dejaron crecer del todo. Como si Baryshnikov pudiera entregar un arte más pleno, tal vez menos deslumbrante desde el punto de vista de las destrezas aéreas (giros, saltos y piruetas), pero siempre rico en cuanto a los matices, la carga expresiva y la justeza que lo convirtieron en una figura mundial.

Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/13-19710-2010-10-25.html

Borracho pero con flores

Domingo, 24 de octubre de 2010

JOSE CARBAJAL (1943-2010)

Por Mariano del Mazo
Imagen: Gentileza La republica

A fines de los ’90, en un bar de uruguayos de la calle Defensa, en San Telmo, declaró a eso de las diez de la noche, frente a un bife de chorizo con ensalada, que había dejado de tomar, que solamente bebía “en alguna ocasión”, pero que casi no tomaba. Seis horas más tarde se lo podía ver, temerario arriba de una escalera, manoteando las últimas botellas de Carcassone de los estantes más altos. Años después –febrero de 2004–- recordaba la anécdota en su pequeña casa de Villa Argentina, Atlántida. “Te dije que casi no tomaba. Le doy mucho valor a la palabra casi”, se reía. Esa casa de verano de Villa Argentina la había comprado gracias al formidable aumento de las regalías del candombe “A mi gente”, que había grabado Soledad Pastorutti en 1998. “En ese rincón estoy preparando el altar de la Sole”, señalaba con el dedo debajo de un plátano.

Ese día de febrero fue largo. Preparó una memorable colita de cuadril a la parrilla, metió mano en la computadora a un texto del espectáculo que estaba preparando, acompañó a su hijo Antolín al mar, improvisó una clase de flora y fauna de su jardín (de santarritas dobles a chingolos), destapó un cabernet nacional (“mejoró el vino uruguayo”) y habló mucho. De su infancia en Juan Lacaze, territorio idealizado omnipresente en la médula de su obra. De su etapa de obrero textil. De los años de exilio porteño, entre 1970 y 1973, cuando llegó a compartir pensión con José Larralde. De sus peleas con Alfredo Zitarrosa en México (“El Flaco era muy comunista; yo, muy anarco. Nos queríamos mucho. En esa época todos nos peleábamos con todos. Yo usaba de escudo mi origen obrero, era el único que había trabajado en una fábrica. Una buena chicana para comunistas”). De sus cinco hijos. De Anke, su mujer, una profesora holandesa especializada en arte latinoamericano con la que se casó en Atlántida el 31 de diciembre de 1999 a las doce de la noche. De su vida de casi tres décadas en Amsterdam. “Al principio me costó. Solía tocar en un antro llamado Paradise, que se llenaba de punks. Debajo del pelo parado, eran unos guachos divinos que me adoraban porque veían en mí algo raro, exótico, deforme.” La devoción que provocaban los recitales de El Sabalero en los punks holandeses de finales de los ‘70 es una de las mejores anécdotas que cuenta Jaime Roos, por entonces otro de los uruguayos sueltos en Amsterdam.

La figura de José Carbajal, El Sabalero, quedó en aquellos años suspendida en tensión entre el genial pulso milonguero de Zitarrosa y el canto panfletario de Daniel Viglietti. Hombre del interior, se hizo fuerte en un registro melancólico y costumbrista; esa nostalgia provinciana, por momentos exagerada hasta el borde del golpe bajo, aparecía atravesada por un trazo social siempre certero. El pantalón cortito, bolsita de los recuerdos de “Chiquillada” funciona como un buen ejemplo del tono de toda su obra si se lo enlaza con otros clásicos como “A mi gente” y “Borracho pero con flores”, que finalmente se cristalizaron como símbolos de la recuperación democrática en el Uruguay, con su mensaje de regreso y reencuentro. Pero más allá de los avatares políticos que tiñeron el Canto Popular Uruguayo de esa época, la infancia, el barrio Villa Pancha y el tiempo perdido eran sus temas recurrentes. La casa encantada fue el título de un espectáculo de mediados de los ‘90 en el que combinaba relato y canciones. El eje narrativo era el regreso a su casa natal de Juan Lacaze y las sensaciones ante una construcción ya espectral, dominada por la ausencia. Había que verlo a El Sabalero en un teatro de Once sacudiendo la porra, vociferando catárticamente como si fuera el gemido de un león moribundo: “¿Dónde está la casa con pájaros y plantas y hermanos y veredas barullentas? ¿Dónde está mi vieja regando las cretonas? ¿Dónde está la casa encantada?”. Este recitado/canto devastador se puede escudriñar en el álbum en vivo de ese show que se editó en 1994 por el sello Orfeo. Ahí se confirman las claves de su interpretación: decidor dulce y áspero al mismo tiempo, de voz grave, subrayaba las “eses”, alargaba ciertas vocales y sabía dejar trémula a la platea. Su expresividad conscientemente desbordada limitaba con el arte dramático. Otro gran momento de su obra es Entre putas y ladrones (1991), un álbum consagrado a la poesía del argentino Higinio Mena.

Sin embargo, en muchos aspectos, El Sabalero no se parecía a lo que cantaba. Trabajaba como un literato: ficcionalizaba a partir de recuerdos o de ensoñaciones y pese a aquella noche de San Telmo, trataba de cuidar su cuerpo. Decía que la música le importaba poco: “Soy normalito, no me rompe la vida esto del canto y la música. Yo no me junto con mis amigos a hablar de armonía. Me siento más cómodo escribiendo cuentos que canciones”. Y en ese sentido, en no parecerse a la imagen estereotipada de mostrador y grapa que proyectaba, era un sibarita. Chef exquisito, soñaba con poner un restaurante en Holanda. Se le iba la vida en conseguir una especia, una raíz, para preparar cierto plato oriental; podía dar cátedra de variedades de hongos, adoraba el perfume del romero y ya veterano le apasionaba el turismo aventura. Había planificado su vejez: extenuado del largo puente Holanda-Uruguay, los últimos años de su vida los quería pasar en su “rancho” de Villa Argentina. Pero tanta baqueta minó su salud. Había tenido un par de avisos. Murió a metros del mar, entre vecinos que lo llamaban don José, chingolos y gatos silvestres, en la casa que quería. Su verdadera casa encantada.

Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/radar/9-6557-2010-10-25.html

sábado, 23 de octubre de 2010

Fiesta clásica

Jaime Roos

23-10-2010 / El talentoso Jaime Roos llega a La Plata con banda completa (12 músicos) para compartir su Clásico, un show en el que repasa sus canciones más exitosas en 34 años de carrera discográfica. Toda una invitación al baile y a la reflexión.

Hay artistas cuyos nombres y apellidos sobrepasan esos límites que ponen las fronteras geográficas, que las exceden para transformarse en iconos de toda una cultura, en este caso y teniendo en cuenta de que se habla de Jaime Roos, su figura ilumina toda la música rioplatense. Hace menos de un año, en diciembre de 2009, el músico uruguayo llegó hasta el Teatro del Lago Anfiteatro Martín Fierro para presentar su espectáculo Hermano te estoy hablando. A ese mismo escenario regresa esta noche (a las 21) pero para mostrar Clásico, su último trabajo discográfico en el que canta "las canciones que sabemos todos". En la previa de espectáculo repasó con Plaza de Ideas los aspectos más salientes del mismo; su relación con La Plata; su paso por la fiesta del Bicentenario; la posibilidad de cambiar el mundo con una canción y recordó a su amigo José Carbajal "El Sabalero", fallecido el último jueves.

Acerca del show

Vuelvo a La Plata con un show completamente diferente al del año pasado, que se llamó Hermano te estoy hablando, un show reflexivo, hecho con un cuarteto en base a un repertorio de canciones poco conocidas por la gente pero muy importante para mí dentro de lo que han sido mis álbumes. En esta ocasión el show será opuesto al anterior ya que haré prácticamente todas las canciones que han tenido éxito de las que he escrito. El show se llama Clásico al igual que el disco que salió por el sello Sony y reúne los temas más exitosos de 34 años de discografía que tengo encima. Voy con la banda completa, somos 12 y es un show que tiene mucha fuerza, y el repertorio es el famoso: 'las canciones que sabemos todos'. La gente me lo ha pedido mucho luego de estar casi un año y medio con el show anterior. No hay ninguna canción que se repita de un show al otro, ni una sola. En este hacemos 20 o más temas pero que no tienen nada que ver con el anterior. Es un show festivo y también reflexivo, porque parte de lo que yo he querido hacer con las canciones que tienen un ritmo poderoso de candombe y de murga es que no sean frívolas sino que se pueda bailar y pensar al mismo tiempo. En definitiva ya tenemos hechos 9 conciertos en esta gira por Argentina, venimos de Comodoro Rivadavia y de dos shows en Buenos Aires, y la gente lo ha disfrutado mucho y lo ha bailado mucho también.

La ciudad de La Plata

Para mí volver a La Plata es siempre motivo de alegría, fue el primer lugar fuera de Buenos Aires donde toqué en Argentina, y ya perdí la cuentas las veces que fui y por si fuera poco me encanta tocar en ese auditorio. Es más, fui yo el que lo pidió el año pasado al productor Juancho Pasari para hacer el show ahí y este año se repite. Es un lugar que tiene una acústica buenísima y además es muy bello.
Baile y reflexión

Generalmente a lo largo de todas las épocas, la música bailable en general fue considerada de segunda categoría, con letras poco profundas, que eran simplemente una excusa para que la gente se divirtiera, la famosa "fiesta latina". Esto pasó en todas las épocas, y en todas las épocas hubo canciones bailables -las menos por supuesto-, que tuvieron letras particularmente profundas. Puedo poner como un ejemplo a la mitad del repertorio de Chico Buarque o las canciones de Rubén Blades, los dos artistas que más admiro en América Latina. Hacen mover el esqueleto a cualquiera y sin embargo la letra que está aconteciendo al mismo tiempo dice muchísimo. Y con mis canciones desde el vamos pretendí hacer eso, yo no hago letras frívolas, todas tienen su sentido: pueden ser feas o pueden ser lindas pero siempre de la dirección que comentaba.

La fiesta del Bicentenario

Ante todo fue un honor haber sido convocado en ese segmento del show junto a Pablo Milanés, Gilberto Gil y Rubén Blades, mientras que (León) Gieco era el anfitrión y yo era el quinto artista de esa barba. Rubencito, como le decimos los amigos, desgraciadamente no pudo venir por agenda y al final quedamos: Pablo, Gilberto Gil, Gieco y yo. Fue el concierto en el que toqué para la mayor cantidad de gente en mi vida entera. Se calculan que eran entre 500 y 600 mil personas las que estaban viendo el show en ese momento. Yo no podía creer lo que veían mis ojos. Toqué en el 2002 en la inauguración del Mundial de Corea, en un concierto que se hizo fuera del estadio de Seúl representando a las Américas y había 250 mil personas. Y me parecía algo inimaginable, ahora lo que vi en la 9 de Julio fue realmente ciencia ficción. Y por otro lado, el calor de la gente y el hecho de estar en el aniversario del bicentenario de la Revolución de Mayo, que no fue solamente la revolución argentina sino que fue el puntapié inicial para todas las revoluciones latinoamericanas. Cualquiera se puede imaginar que ser invitado para ese concierto fue un enorme honor.

La pérdida de El Sabalero

Con su fallecimiento la música rioplatense pierde muchísimo. Es uno de los grandes artistas de la música popular que dio el Río de La Plata. Un tigre arriba del escenario, una persona entrañable, de una gran solidaridad y bondad. En el caso mío era un amigo íntimo, con quien hicimos muchas aventuras. Tuvimos muchas en Holanda, en Francia, Argentina, Uruguay, vivimos juntos en el exilio. Varias de sus canciones son clásicos de nuestra canción popular. Para el concierto de esta noche voy a interpretar una canción de él, la que era mi favorita, no fue su más conocida pero sí era la que más me gustaba y es "Pal abrojal".

La política

Yo no hablo de política, no lo hice antes con ningún presidente ni lo voy a hacer ahora. Lo único que puedo decir como comentario completamente resumido es que el Pepe Mujica nos ha sorprendido a todos muy, pero muy gratamente. Es mucho más, mucho mejor de lo que mucha gente pensó uno o dos años atrás. Y además está secundado por ese gran economista y persona que es Danilo Astori.

Los sueños en los comienzos

No sólo cumplí alguno de mis sueños sino que cumplí sueños que nunca imaginé que iba a tener. Nunca pensé que yo iba a ser popular, mi sueño era poder hacer buena música y yo no soy quien para decirlo, pero hay mucha gente que me ha dicho que considera que le gusta lo que hago. Y la popularidad me cayó encima sin que yo la buscara, siempre pensé que iba a ser un artista para un sector reducido del público, que la gente no iba a aceptar mi vos ya que yo no soy un cantante de esos que se pueden decir cantantes, soy un cantor que interpreta las canciones que escribe. La vida artística me ha dado muchísimo más de lo que yo jamás soñé. Lo único que quería era escribir canciones, grabarlas y que quedaran ahí, y con la soberbia juvenil de que fuera buenas, nada más.

"You say you want a revolution"

Una canción nunca transformó nada pero hubo movimientos musicales que sí lo hicieron por acumulación de granitos de arena, y que lograron muchas cosas importantes en el aspecto sociológico. Los Beatles y todo lo que ellos detonaron en el movimiento musical de fines de los '60 y principios de los '70, hicieron posible que la gente hoy se ponga un arito en su oreja; que se deje el pelo como quiera; que se tatúe; que halla menos discriminaciones a nivel sexual; que los derechos de la mujer se hayan realzado; que aparecieran los partidos verdes; la ecología, si no hubiera existido toda aquella movida de los años '60 muchas de estas cosas todavía estarían en pañales. Creo que los Beatles fueron agentes revolucionarios. Pero no una canción en sí. Una canción en sí es por supuesto un granito de arena puesto que si uno le canta a determinada cosa y esa cosa pega profundo en la gente, es un granito de arena para que la gente se sensibilice hacia eso, pero cambiar en realidad no lo creo. Eso pasa por la economía, por la política, pasa por situaciones internacionales, hay muchas otras cosas en juego.

La vida sin música

No me la imagino por el sencillo motivo que tengo recuerdos a los dos años de estar cantando o ponerme a llorar por escuchar una música, y fue lo más importante que tuve en la infancia antes de empezar incluso a aprender un instrumento. Yo no podía vivir sin música y yo como niño no jugaba con la música, yo la escuchaba con cara seria.

Flavio Mogetta

Fuente:http://www.elargentino.com/nota-111425-medios-122-Fiesta-clasica.html

La UNLP sacó su arte a la calle

POR EL BICENTENARIO DEL PAIS

En el marco de la 1º Bienal hubo coloridas actividades en el rectorado

Hay cosas que en la Ciudad no se ven todos los días. Por ejemplo, una original megamuestra de arte moderno montada por 700 alumnos de 1º año de la facultad de Bellas Artes. Pero miles de platenses que en la tarde-noche de ayer se acercaron al rectorado de la UNLP pudieron disfrutarla. Creatividad, color y la certeza de que detrás de cada obra había mucho trabajo, fueron los elementos y sensaciones que ganaron a los visitantes. "Arriba", tal el nombre de la puesta en escena, representó el cierre formal de la 1º Bienal de Arte que se desarrolló en la semana "La Universidad en el Bicentenario".

"La idea rectora es la liviandad, lo etéreo, la transparencia", explicó la decana de la facultad de 7 y 60, Mariel Ciafardo, mientras la gente continuaba ingresando a la sede de la UNLP hasta abarrotarla por completo. "Los chicos trabajaron más de dos meses en grupos, y ésta es su primera muestra pública", remarcó.

Los globos de helio "techaban" el patio del rectorado en tres colores, amarillo, azul y blanco, y de cada ramillete colgaba una intervención artística realizada con todo tipo de materiales imaginable. Desde pequeñas aves de cartulina que escapaban de una jaula ubicada en el suelo hasta cintas de cassettes. Por una enorme escalera de papel film, 5 cuerpos humanos -que los alumnos construyeron a la medida de los suyos- trepaban hasta el 1º piso del edificio. Estructuras hechas con vasos de plástico de múltiples colores, muñecas tradicionales pegadas a redes, botellas de plástico coloreadas con papel celofán por dentro, CDs pintados de todos los tonos posibles, estructuras de hierro... todo iba hacia "Arriba".

Una muñeca rusa miraba a un caballo de mar, mientras dos manos de goma espuma de un titiritero jugueteaban con cientos de llaves. Afuera, en los jardines, escaleras de caña, de papel, de cartón, de hierro, y en el estacionamiento, el grupo La Bomba de Tiempo hacía bailar a todos los presentes.

EXTENSION

Como si la facultad de Odontología en pleno se hubiese trasladado a plaza San Martín, ayer a la mañana sus estudiantes coparon el paseo y cerraron la Semana de la Salud Bucal con una impactante suelta de globos. Fue la cara más visible de las 200 acciones de extensión comunitaria que 2.000 jóvenes de todas las facultades realizaron en la última semana.

Por otra parte, también finalizó la Feria del Libro Universitario en el Pasaje Dardo Rocha, de la que participaron miles de estudiantes, docentes y público en general.

Fuente: http://www.eldia.com.ar/edis/20101023/laciudad29.htm

viernes, 15 de octubre de 2010

Inauguración. Muestra colectiva "Cuando el corazón late"

Este sábado 16 de octubre a las 20 horas inaugura la exposición "Cuando el corazón late". Muestra colectiva curada por Julieta Lamenza.

La misma podrá visitarse hasta el día 29 de octubre, de lunes a viernes de 16 a 21 horas.

La Catrina
40 nº772
La Plata, Argentina

Fuente: http://lacatrinaarte.blogspot.com/2010/10/inauguracion-cuando-el-corazon-late.html

domingo, 10 de octubre de 2010

Día Nacional de la Danza


Ese día un accidente de aviación provocó la muerte de nueve bailarines pertenecientes al elenco estable del Teatro Colón. Se dirigían a la ciudad de Trelew para presentarse en el Teatro Español. Después de despegar de Aeroparque, el avión se precipitó sobre aguas del Río de la Plata, cuando intentaba regresar al aeropuerto por fallas en uno de sus motores. No hubo sobrevivientes.

La noticia conmocionó especialmente al ambiente artístico: el trágico accidente había truncado la vida de dos de los mejores bailarines argentinos y dejó incompletas muchas carreras brillantes. Norma Fontenla y Jose Neglia, las dos figuras principales del Colón que murieron, habían colaborado para que la danza llegue a niveles de popularidad insopechados.

Los demás integrantes del elenco fallecidos fueron: Antonio Zambrana, Carlos Santamarina, Carlos Schiaffino, Margarita Fernández, Martha Raspanti, Rubén Estanga y Sara Bochkovsky. Fue sin duda una de las más importantes pérdidas del mundo de la danza argentina. De hecho, durante el velatorio en el Salón Dorado del Colón, unas 3500 personas asistieron a despedir a los artistas. Esta desgracia trajo como rebote un retroceso en el nivel del ballet argentino, que perdió físicamente a sus figuras rutilantes. Además, afectó con gravedad a las familias de los bailarines desaparecidos, quienes también formaban parte del grupo que, desde el Colón, llevaba adelante este despertar del ballet a la masividad. Así, toda una generación se vio truncada por la muerte o por la angustia y hubo que esperar más de 15 años para retornar a un desarrollo de la danza como el de aquella época.

Fuente: http://www.satsaider.com.ar/

lunes, 4 de octubre de 2010

Una iniciativa para que artistas locales trasciendan la ciudad de las diagonales

Una galería platense organiza una muestra anual para llevar obras de acá a distintas ciudades del país.

Poder mostrar sus trabajos es un paso clave en la carrera de cualquier artista. Aunque para cada autor sus obras tienen un significado único y particular, todos esperan que esos sentidos trasciendan y lleguen a la mayor cantidad de personas posibles, para que puedan descubrir en ellas infinidad de nuevos elementos.

Sin embargo, ese camino de hacer circular la propia producción no es nada fácil, y todas las iniciativas que con ese objetivo surjan son más que bienvenidas por todos los artistas que buscan llevar sus trabajos bien lejos.

En este contexto, apareció hace unos años la exposición 0221 La Plata se muestra, impulsada por la galería de arte local PisoUno Artediseño, y cuya cuarta edición se está llevando a cabo en este momento.

Precisamente, el objetivo que persigue es el de ayudar al crecimiento y divulgación de artistas locales a partir de una producción especial para este año del Bicentenario.

Gracias a su carácter itinerante, la muestra lleva las obras a distintas ciudades del país.
En esta edición, participan 14 artistas recibidos en la Facultad de Bellas Artes de la UNLP. Ellos son: Cecilia Codomi, Verónica Dillon, Graciela Galarza, Graciela Grillo, Verónica Matos, Verónica Müller, Silvina Valesini, Marianela Colman, Verónica Fadón, Lucrecia Giménez, Juan Pablo Martín, Marcelo Merlo, Jimena Pezucchi y Susana Rúmolo.

Ante la consulta de Hoy, la diseñadora Cristian Ladaga, que comparte la dirección de PisoUno con Karina Cortés, contó que la idea de la muestra itinerante surgió del deseo de dar una mano a los artistas locales, teniendo en cuenta “lo mucho que les cuesta gestionar y conseguir exponer en centros culturales de otras ciudades”. En ese sentido, contó que, a diferencia de lo que sucedió los años anteriores, en que se elegía una obra de los artistas convocados para incluir en la muestra, esta vez se les entregó a todos un marco de 50 cm por 50 cm para que hagan algo relacionado con el Bicentenario, a modo de consigna.

La expo 0221 La Plata se muestra fue lanzada en agosto pasado en el Teatro Argentino, y a partir de allí siguió su camino. El mes pasado estuvo en Capital Federal, mientras que en octubre y noviembre estará en La Cumbre, Córdoba, y en diciembre en Coronel Suárez, provincia de Buenos Aires. Los destinos van cambiando año a año.

En diálogo con este medio, una de las artistas que participa de la muestra por primera vez, Verónica Fadón, contó que a principios de año se vinculó con la galería PisoUno por una muestra individual, y que a partir de allí la invitaron para este evento.

“Es muy difícil mostrar el trabajo, incluso dentro de La Plata, y ni hablar de ir a Buenos Aires u otras ciudades. Se necesita mucha plata para los traslados, y además no es fácil conseguir espacios; hay pocos lugares que se preocupan por el artista y lo dejan de ver sólo como algo comercial”, señaló Fadón, profesora de Artes Plásticas por la UNLP, y agregó que “tampoco hay un gran público interesado en el arte, más allá de los que pertenecen al ambiente”.

Difundir el marcado perfil platense

Otra de las artistas participantes de 0221 La Plata se muestra que conversaron con Hoy es Graciela Galarza. Según contó, ya formó parte de la edición 2009, y desde entonces siempre está “atenta” a las propuestas que salen de los organizadores.
“Me parece fantástica esta idea de difusión del arte, yo soy muy nuevita en mostrar lo que hago”, señaló la artista, que es profesora de Artes Plásticas, Grabado y Arte Impreso en la UNLP.

“En la Plata hay un perfil muy marcado, creo que se hace arte platense, caracterizado por tener gran libertad y considerar que cualquier material que nos rodea puede servir para hacer algo. No hay una división estricta de disciplinas”, explicó. En cuanto a la consigna, contó que el Bicentenario le vino muy bien, dado que la temática sobre la que siempre trabaja es, justamente, aniversarios y cumpleaños.

Fuente: http://www.diariohoy.net/accion-verNota-id-106815-titulo-Una_iniciativa_para_que_artistas_locales_trasciendan_la_ciudad_de_las_diagonales