miércoles, 25 de noviembre de 2009

Vendedores de historias

El niño pez. Segunda película de Lucía Puenzo, luego del hit XXY


Asociado con el mercado de Cannes, el INCAA creó Ventana Sur, un clon del millonario encuentro francés a escala local. Más de 400 películas en vidriera, a la vista de 200 compradores internacionales.

Por: HORACIO BILBAO Y VICTORIA REALE

Con lo que una pareja gasta para ir al cine en la trasnoche del sábado, hoy alcanza para comprar la colección completa de cinco directores de culto en cualquier veredita de Buenos Aires. Y las cuentas también cierran para pagar medio mes de la banda ancha que abre las puertas a la descarga de unos estrenos que tal vez nunca lleguen a nuestras salas. Piratería, tecnología y billeteras que adelgazan por la crisis, son un combo letal al que sólo se opone el amor a la experiencia de sala, el estoicismo de encarar la compra de originales y las ganas de invitar a alguien al cine. ¿Alcanza para salvar un mercado que empieza a perder como en la guerra?

Visto así, la industria del cine vive un momento crucial y paradójico. Cada vez es más barato producir y cada vez es más difícil hacer que esas producciones se vuelvan rentables; cada vez es más fácil que la gente vea cine y cada vez más difícil que pague por ello. Bajo este horizonte contradictorio y difícil de regular, Buenos Aires auspiciará por primera vez un mercado en el que los productores locales compartirán por cuatro días un objetivo: vender sus películas a los más selectos circuitos cinematográficos del mundo. La gran vidriera que será Ventana Sur, entre el 27 y el 30 de noviembre, cruzará aquí a los productores de medio millar de películas latinoamericanas, todas terminadas después de mayo de 2008, con doscientos compradores internacionales.

"Como ya hay muchos mercados de cine en el mundo, cuando el INCAA vino a proponerme este proyecto, pensamos en dedicárselo exclusivamente al cine latinoamericano", reveló Jérôme Paillard, director del Marché Du Film del Festival de Cannes, el socio que ayudó al Instituto a materializar su idea. El encuentro, toda una novedad para la cinefilia local, es nada menos que la mudanza de ese mercado multimillonario a la city porteña, que por primera vez viene a cazar talentos y latas al tercer mundo.

"El cine latinoamericano tiene escasas posibilidades de participar en los mercados internacionales, por eso invitamos a los compradores aquí, para ofrecerles lo mejor de nuestro cine de este último año", le dijo a Ñ Liliana Mazure, presidenta del INCAA. Inspirado en modelos como los Rendez-vous de Unifrance o los Madrid Screenings, Ventana Sur tiene como objetivo vender películas recientes de América Latina apuntando a los compradores europeos, norteamericanos y asiáticos, pero también buscando engrosar el flaco interés de nuestros países por comprar y proyectar filmes de las industrias vecinas. "Tenemos que mejorar la distribución del cine latinoamericano entre nuestros países, es muy poco lo que nos llega de Brasil, México, Colombia o Venezuela", dice Mazure ."Era una deuda pendiente armar un espacio así. Año a año se produce más y se vende menos", dice Maximiliano Dubois, socio gerente de Habitación 1520, una productora local que produce y distribuye entre tres y cuatro filmes por año. Desde la perspectiva de un pequeño productor local, Dubois coincide con Mazure en las grandes posibilidades de abrir mercados en nuestra región. "Apostamos a América Latina con Brasil y Venezuela a la cabeza, y luego puede haber mercados emergentes en Asia y el mundo árabe", dice.

El espacio y la modalidad del encuentro, que se llevará a cabo en Harrod's, también es una novedad. "Después de trabajar varios meses, con el INCAA decidimos armar un lugar de encuentro sin stands, con una videoteca a la que pueden acceder simultáneamente todos los compradores", resumió Paillard. "Nos proponemos recrear en Buenos Aires un mercado como el de Cannes, que es el centro de negocios cinematográficos más intenso de todo el planeta, pero para valorizar y comercializar toda la producción latinoamericana", resumió Mazure. En la videoteca hay anotados hasta ahora 458 filmes de América Latina (228 argentinas), y en las salas se proyectarán unas 30 películas inéditas. "Tener acá a los potenciales compradores nos acerca a mercados que, de otro modo, sería muy difícil acceder", evaluó Dubois.

La sociedad del INCAA con Cannes ya tiene un logro. Difícilmente pueda equiparar al mercado francés, que anualmente convoca 10.000 participantes de 3.000 compañías de 900 países y mueve unos mil millones de dólares. Pero la versión porteña cuenta con el apoyo de los popes franceses y eso significa mucho. "El presidente del festival, Gilles Jacob, y yo mismo apoyamos enormemente este proyecto", dijo Thierry Frémaux, director artístico del Festival de Cine de Cannes. La traducción de sus palabras puede medirse en Ezeiza con la llegada de algunos nombres con los que más de un productor local querría cruzarse. Habrá que detectarlos en los pasillos de Harrod's a estos pesos pesado del mercado. Entre ellos, Adriana Chiesa di Palma será aquí mucho más que la viuda de Carlo Di Palma, el emblemático director de fotografía de casi todas las películas de Woody Allen. Tal vez muchos se le acerquen en Buenos Aires sólo para hablar de Hannah y sus hermanas, Días de radio o de la fotografía que su fallecido esposo craneó para películas como Blow-up de Antonioni, tan de culto en nuestro país por haberse basado en un cuento de Cortázar. Sin duda, hay atajos para arrimársele a Adriana. La señora, que tiene ese famoso triplex con una frondosa arboleda justo frente a las escalinatas de Piazza Spagna, es una de las compradoras y distribuidoras más fuertes de Italia y Europa toda. Y estará escuchando ofertas. Además, de Corea viene Bruce Lee. No es el legendario y fallecido karateca estrella del cine de los 70, sino un comprador de cine para varios países asiáticos. También llega Peter Goldwin, portador de un apellido más que importante en la historia del cine mundial y actual directivo de adquisiciones de Samuel Goldwin Productions. Jean Christophe Berjon director de la Semaine de la Critique (Cannes) y director del Festival de Biarritz; Tiziana Finzi, la ex directora de programación del Festival de Locarno y actual directora del Miami International Film Festival; Lucy Virgen, que lleva la programación del Festival de Guadalajara; Nadia Dresti, programadora de Locarno; Eduardo Trias director del Festival Iberoamericano de Huelva; Denis de la Roca, programador del nuevo festival de Abu Dhabi abonan una larga lista de caras poco conocidas pero muy influyentes, entre las que por supuesto hay periodistas como Diego Galán, quien fuera director del Festival de San Sebastián durante 14 años.

Es una apuesta mayor la del INCAA. Por su impronta, Ventana Sur, pese a ser un encuentro comercial, puede convertirse rápidamente en el evento más importante del cine en la región. "Esperamos que sirva para desatar algunos nudos que existen en los circuitos de distribución", pide Dubois. Debería ser así. Fueron 6 millones de pesos los que se invirtieron para traer Cannes a Buenos Aires. Cinco millones salieron de la caja de la Jefatura de Gabinete de la Nación y un millón del programa MEDIA de Europa. Tal vez sea un cambio de rumbo el del Instituto Nacional, que ahora divida su presupuesto entre los festivales y esta vidriera comercial. En ese sentido, ya hubo algunas fricciones a raíz de un supuesto menor apoyo al Festival de Mar del Plata. Pero esas, por ahora, son todas especulaciones. Durante estos cuatro días, el foco estará en hacer buenos contactos con televisoras, distribuidoras y grandes productoras. Los compradores son los más importantes y vienen a buscar audiovisuales para exhibir en cine, televisión, Internet y telefonía celular. "Queremos convertir a nuestro sector audiovisual en una verdadera industria y este es el primer empujón", se entusiasma Mazure. Los resultados, que se verán a largo plazo, dependerán de las buenas historias, de los compradores y de una puja de fenómenos tecnológicos y culturales que desafían el futuro de las industrias culturales tal cual fueron hasta hoy. ¿Cuánto hace que no va a la función de trasnoche?

Fuente: Revista Ñ

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