jueves, 26 de noviembre de 2009

Una comedia con aroma local

El fantasma de un malevo asesinado en 1920 fue evocado por un joven de la actualidad mediante el juego de la copa. De ese encuentro, surge la historia

Fantasmas de Buenos Aires

Del director platense Guillermo Grillo, llega hoy a las salas locales este filme con toques del género fantástico

"Sé que le debo mucho a esta Ciudad y esto es una forma de devolverle un poco de todo lo que me ha dado", sostuvo el realizador platense Guillermo Grillo quien esperaba ayer "con las mejores expectativas" el estreno que hoy llega a las salas locales. "Fantasmas de Buenos Aires", su ópera prima, es una comedia fantástica que describe la relación entre un joven y el fantasma de un malevo asesinado en 1920 que ocupa fortuitamente su cuerpo para cobrarse una venganza.

Protagonizada por Estanislao Silveyra, como el joven Tomás, e Iván Espeche, como el malevo venido del pasado, la película narra "el contraste natural que existe entre ambos por vivir en dos sociedades y tiempos con distintos valores y modos de ver las cosas, como por ejemplo su relación con las mujeres".

El platense, de 38 años, empezó sus estudios de cine a los 11 en la Ciudad, en un curso municipal que dictaba por entonces Roberto Gobbi. Después siguió en el Bachillerato de Bellas Artes. Como la carrera de Cine todavía no estaba en la UNLP, inició sus estudios universitarios en Avellaneda y en 1991 los continuó en Buenos Aires, en la Universidad del Cine.

El público -según el realizador- "se va a encontrar con una película divertida pero no tonta. Una historia redonda que tiene mucho guión. Se van a reír mucho en algunas partes y en otras, no tanto. Algunos, pocos, lloraron en la avant premier", contó Guillermo y agregó: "Cuando la vi por primera vez en la sala de edición no pude dejar de emocionarme".

El filme fue producido íntegramente por la Universidad del Cine. "Es un proyecto que tiene la Facultad en el que todos los integrantes del equipo técnico son estudiantes de las últimas instancias o recién egresados", apuntó Grillo y destacó la importancia de este tipo de trabajo ya que "ahorra, por lo menos, diez años de trabajo en el circuito laboral".

Antes de "Fantasmas de Buenos Aires", el director realizó diez cortometrajes entre los que se destaca "Bar de mala muerte", que obtuvo varios premios; y se destacó como editor y montajista de filmes como "Potestad" (2002), de César D`Angiolillo, "Sola como en silencio" (2003), de Mario Levin, y "Rancho aparte" (2007), de Edi Flehner.

CINE FANTASTICO

"Me gusta lo fantástico y es un placer hacerlo", aseguró el cineasta y explicó que su interés por este género "también tiene mucho que ver con la historieta argentina. Yo soy guionista de historietas y de algún modo esa manera de contar me atrapó y siempre quise hacer algo por el estilo. Por eso creo que lo fantástico es algo que me acompañará siempre".

De todos modos, aclaró que, a pesar de la fantasía, su filme "también es intimista. Lo que es fantástico es lo que inicia el vínculo entre los personajes, pero la película aborda más que nada la relación entre ellos y cómo a través de un pacto terminan haciéndose amigos".

Para finalizar, el platense recordó que la génesis del filme se produjo cuando "traté de imaginar una historia que ocurriera en un solo lugar y empecé a pensar en el juego de la copa y otros mitos urbanos, y cuando apareció el tema del espiritismo se me ocurrió que el protagonista fuera un malevo que aparece en el presente".

Fuente: El DíaJustificar a ambos lados

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