jueves, 12 de noviembre de 2009

Un pintor al servicio de su imaginación

Muestra de Lido Iacopetti

Hasta el 12 de diciembre se presentará en el Teatro Argentino una retrospectiva del artista que selló a toda una generación de estudiantes secundarios platenses con sus clases de arte. Un artista que renunció al circuito de los "consagrados".

De la Nueva Imaginación a la Pictocosmognosis es el nombre de la muestra de Lido Iacopetti, prolífico y versátil artista oriundo de San Nicolás -pero platense de alma- que hoy se inaugurará en la Sala Pettoruti del Teatro Argentino (51 e/9 y 10)

Esta exposición, de carácter retrospectivo, reúne más de sesenta obras que abarcan las producciones de Lido Iacopetti desde los tempranos años ‘60 hasta la actualidad.
Sobre las distintas facetas de su vasta obra pictórica que fueron seleccionadas para la exhibición habló con Hoy uno de los curadores de la muestra, Daniel Sánchez (el otro es Claudio Martini). “La muestra se divide en dos grandes etapas del artista, fiel a su producción: la llamada Nueva Imaginación, de sus obras de la década del ‘60, y otro segmento denominado la Pictogonía o Pictognosis, que data de los ‘80”, explicó.
Será una muestra de dimensiones importantes, con 70 obras en exposición, que repasará la trayectoria del emblemático artista de la ciudad y la Provincia, que hoy tiene 73 años y sigue residiendo en la ciudad de las diagonales. “Lido nunca dejó de producir en el oficio pictórico, ni de ser original. Su proceso creativo se sucedió más allá de las modas y los avatares de las circunstancias, eso lo hace un artista coherente”, señaló Sánchez.
Y apuntó: “Lido se destacó dando clases en escuelas secundarias de la ciudad durante 30 años: fue profesor de arte en el Liceo, el Colegio Nacional y el Vergara. Por sus clases pasaron generaciones enteras de personas que hoy son médicos, obreros, o de diferentes profesiones, que llevan el sello de Lido vinculado al arte por lo que él les enseño”. Es que cuando recién iniciaba su carrera, Lido tuvo la posibilidad de exponer en la conocida galería Lirolay, que significó para muchos pintores el trampolín hacia la escena nacional e inclusive internacional del arte. Sin embargo, ese tipo de reconocimientos no le alcanzaron, y se retiró del “mundillo artístico” para hacer lo contrario: “Buscar circuitos alternativos a los tradicionales de los años ‘70, en paralelo a ejercer la docencia”, contó el curador de la muestra.
Así, Lino indagó con exposiciones en lugares tan dispares como panaderías, comercios y carnicerías, llevando su arte a lugares insólitos. También participó en muestra efímeras e incluso, por su amistad con el artista Edgardo Vigo, fue partícipe del famoso movimiento platense volcado en la poesía visual Diagonal Cero. “Después, ya en los ‘80, volvió al circuito tradicional pero nunca se apresó a un marchand o a alguna corriente estética”, añadió Sanchez.
Tal fue así, que el pintor nunca se encasilló en una vanguardia o corriente europea específica: “Si bien siempre sintió afinidad con la vanguardia del siglo XX, de ruptura y con compromiso consigo mismo, nunca copió un estilo, sus imágenes siempre surgieron de sus propias ideas y pensamientos”, explicó el curador de la retrospectiva. Por eso, eligió tocar en sus obras temáticas como el cosmos y los hemisferios poco explorados del cerebro, inclusive en ocasiones ejerciendo la improvisación de uso expresivo en la imagen. Así, Iacopetti se erigió como un pintor de oficio, fiel a su impronta netamente imaginativa.
Según curadores de la muestra, “la obra de Lido Iacopetti nos ayuda a construir el sentido de la producción pictórica de un artista moderno, que ha utilizado esta disciplina como una herramienta de interpretación y generación de mundos y, por ende, de autoconocimiento como individuo y como comunidad. Pero no desde una anécdota
o un relato, sino desde lo indeterminado e ilimitado. Desde el desafío de pensar que es la mejor forma de crear.”
El artista
Iacopetti nació en San Nicolás de los Arroyos, provincia de Buenos Aires, estudió en la Universidad Nacional de La Plata con maestros como Héctor Cartier, Martínez Solimán y Angel O. Nessi, graduándose como licenciado en Historia de las Artes Plásticas.
En 1963 presentó su primera exposición individual retrospectiva en el Círculo de Periodistas de la provincia de Buenos Aires y, en 1965, obtuvo el Premio Unico de Pintura del XXV salón de Arte del Museo de Bellas Artes de la provincia de Buenos Aires.
Dos años después comenzó su búsqueda de nuevos canales populares de comunicación estética, renunciando a los salones de concurso de pintura e ingresando a la docencia como profesor. Así, sus obras serían expuestas entremezcladas con la mercadería de locales comerciales de La Plata, entre ellos una boutique y una rotisería.
En 1972 presenta el manifiesto de un “arte por y para el pueblo”. En esa línea realiza la distribución de más de un millar de “Inmigrafías” (papeles doblados o recortados con grafismos en serie) en las playas de Copacabana, Brasil, y a través de las revistas argentinas Diagonal Cero y Crisis.
En la actualidad sus obras pueden verse en museos, fundaciones, escuelas, bibliotecas y colecciones particulares del país y del extranjero.

El dato

Multifacético Lido

La producción de Iacopetti no sólo fue pictórica. También escribió y publicó infinidad de documentos teóricos y manifiestos donde hizo expreso su posicionamiento estético. Entre ellos, un Manifiesto de La nueva imaginación (1969); el Manifiesto Día del Kilo (1970); Factores de la comunicación estética (1974); Arte y arte popular (1974); Manifiesto del agujero (1982); Segundo Manifiesto de La Nueva Imaginación. También codirigió el periódico independiente La Nueva Avenida 1993/2000-, y realizó la primera edición de los almanaques Pro Infantia que continuaron hasta 2008.

Fuente: Hoy

Nota: Estimados, necesitaría contactar a Lido Iacopetti por el que siento gran cariño y admiración. Si podrían facilitarme su correo electrónico se los agradecería muchísimo.
Lic. Prof. Alejandra Besozzi.

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