Made in La PlataEl espectáculo platense Soñando a Poe desembarcará este jueves 26 de noviembre en el Centro Cultural Borges (Viamonte 525, Ciudad de Buenos Aires), en el marco de los festejos del Bicentenario del nacimiento de Edgar Allan Poe, que allí comenzaron ayer y se extenderán hasta el domingo.
El tenor Rubén Martínez, director escénico de este trabajo, habló con Diagonales cuando la obra se estrenó en nuestra ciudad, el 27 de agosto pasado, y dijo que Soñando a Poe surgió como "una de las actividades que forman parte de un proyecto que nació con Lautaro Gómez sobre el Bicentenario de Poe".
–¿Qué importancia tiene para usted que ahora Soñando a Poe se presente en el Centro Cultural Borges?
–A mi me pareció, desde un primer momento, que el Bicentenario no se tenía que quedar únicamente en la región, en la ciudad de La Plata. Desde mi punto de vista, tanto trabajo y tanto esfuerzo era necesario mostrarlo en un lugar más grande, que tenga otra proyección. Así que empecé a conectarme con la gente del Borges y como allí se hace un mini Bicentenario durante esta semana, que también incluye proyecciones (ver aparte), nosotros vamos a estar el jueves a las 20 con Soñando a Poe.
El espectáculo trata de nuclear el trabajo de algunos artistas que tomaron al escritor como referente para sus trabajos. Además, a lo largo de 2009 en La Plata se brindaron charlas y conferencias, se hicieron concursos y se proyectaron películas relacionadas con este autor, y Soñando a Poe es la ampliación de un "mini espectáculo" que Martínez hizo en 2005. El director resumió a la obra como "un espectáculo lírico-video-coreográfico porque tiene cosas para todos los gustos: música, cine y ballet".
Sobre la puesta en escena, el tenor –que también interviene en la obra– señaló: "Como sus personajes, Poe era tanto el protagonista como el espectador de dramas que se desarrollaban en su mente, dramas de fuerzas psíquicas impersonales, aberrantes e incontenibles. El escándalo, la mistificación, la muerte: se trata de recursos, de motivos recurrentes en la vida del poeta, que serán los ejes de este espectáculo".
Previo al estreno, Martínez había destacado que este era uno de los pocos espectáculos homenaje que se realizaban en el país e incluso en Sudamérica: "en otros lados son sencillos los espectáculos, se hará alguna charla literaria. Pero acá, en La Plata, se hizo un homenaje muy amplio". Y al estreno asistieron representantes de la embajada de Estados Unidos y también del Centro Cultural Borges, que ya desde ese momento lo habían consultado acerca de la posibilidad de llevar el proyecto a Buenos Aires: "porque Borges tiene que ver mucho con Poe. Todos los escritores tienen que ver con Poe, porque todos lo leyeron y todos se inspiraron en él".
"Cualquier escritor contemporáneo lee a Poe. Es como un músico, que tiene que pasar por distintos autores para llegar a su propia música. Es un referente histórico, el primero en hacer cuentos cortos, que era en lo que se destacaba", resaltó el creador y director de Soñando a Poe.
En esta pieza se rearman las historias surgidas de este autor, que fueron puestas en escena, como La Máscara de la Muerte Roja, de André Caplet (escena coreográfica en base a la música), La Caída de la casa de Usher, de Claude Debussy (obra inconclusa dado que Debussy fallece antes de finalizarla), El Palacio encantado, de Florent Schimitt (escena coreográfica en base a la música) y Annabel Lee, de Byron Schiffman (Sinfonía del Poema homónimo).
"La compañía Poe´Cia fue creada especialmente para este espectáculo y cuenta con 15 bailarines. Soñando a Poe se trata de todos los artistas que sueñan con Poe, esos sueños locos y tétricos. Hay un poco de locura en toda la puesta, que está hilada porque la muerte está presente en todas partes, como en todos los cuentos de Poe y yo cierro el espectáculo cantando uno de los últimos poemas que escribe Poe, que es Annabel Lee, que es para tenor y orquesta", contó Rubén Martínez.
–¿Por qué dice que “tiene un poco de locura el espectáculo”?
–Porque tiene un poco de todo. Y si bien está hilado, hay un poco de cada género: música de Alan Parson, que en su momento era rock electrónico. Hay cine, que es muy importante porque es un cortometraje inédito y las obras son estreno mundial coreográficamente. Está La Máscara de la Muerte Roja, también la última ópera que escribió Debussy, que dura 25 minutos, hay una grabación sola en el mundo y yo la tomé, pero no cantada, la hice coreográfica para darle un toque distinto. El palacio hechizado es un poema que está dentro de El hundimiento de la Casa de Usher y, luego, el último poema, que él se lo dedica a su mujer Virginia Clemm, que muere de tuberculosis.
En esta producción independiente también intervienen los coreógrafos Miguel Gómez (Ballet Nacional de Cuba), Luis Miguel Zúñiga (Ballet concierto), Juan Cruz Berecoechea (Teatro San Martín), Mercedes Falkenberg (Escuela de Danzas) y Vanesa Blanco (asistente de la dirección general y coreográfica).
–¿Qué lo acercó a Poe?
–Siempre me gustó por los cuentos cortos, a mi me gusta leer cuentos cortos. No soy un lector de grandes libros, si he leído La Ilíada y La Odisea, pero cuando era más joven, ahora no tengo tanto tiempo, entonces prefiero los cuentos cortos. Creo que también van con la época, no sé si iban en la época de él, si van en la nuestra. Por eso el espectáculo son pequeños fragmentos, de 20 o 15 minutos y, desde mi punto de vista, como artista, el espectáculo es muy variado y llevadero, vas descubriendo que viene después. Es un ir descubriendo cosas, que también se va a ver en la pantalla gigante, vamos a darle al escenario una ambientación muy misteriosa, como para meternos en un mundo irreal.
Fuente: Diagonales
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