lunes, 9 de noviembre de 2009

A la izquierda de la historia

Alicia y John, el peronismo olvidado

Hoy, a las 20, en el cine Gaumont de Capital Federal (Av. Rivadavia 1635) será la premiere de un documental que rescata a John William Cooke, figura singular, central -y dejada de lado, muchas veces malintencionadamente- del movimiento peronista.

Exactamente un año atrás, en el Festival de Mar del Plata se presentaba la serie Vidas argentinas, producida por el Centro Cultural Caras y Caretas. A lo largo de este 2009 pudieron verse los trabajos que la componen, cruza de documentales con muy logradas reconstrucciones actuadas: Familia Lugones, Haroldo Conti, Homo Viator y Norma Arrostito, la Gaby (con estreno complicado, amenaza de bomba incluida, en el Malba) son algunos de esos filmes que logran conjugar rigores históricos y virtudes cinematográficas para dar cuenta de ciertas figuras, olvidadas o escasamente conocidas, de nuestro pasado.

La sexta película del ciclo es Alicia y John, el peronismo olvidado, que tiene una resonancia especial para los platenses. No sólo por ubicar en su centro a un personaje nacido en nuestra ciudad, sino porque su director, Carlos Castro, ha desarrollado aquí buena parte de su militancia política, actividad docente (en la Facultad de Periodismo de la UNLP) y labor en el campo audiovisual; quien lo conozca sabrá que en él las tres cosas van indisociable e insobornablemente unidas.

Antes de Alicia y John, Castro realizó junto a María Seoane -que, como directora general del CCCyC, es una de las impulsoras de Vidas argentinas- el más que recomendable documental Gelbard, la historia secreta del último burgués nacional, acerca del último ministro de economía de Perón; aquí reafirma su interés por esos personajes corridos de los primeros planos en el devenir del movimiento político más importante del siglo XX argentino.

El John del título es John William Cooke, nacido en 1920 en el seno de una familia radical, diputado en el primer gobierno de Perón; líder de la resistencia peronista; preso por los golpistas y fugado espectacularmente de la cárcel de Río Gallegos; exiliado, repatriado y nuevamente detenido; defensor de la Revolución Cubana, amigo del Che e ideólogo principal de la síntesis entre peronismo y guevarismo que inspiraría a buena parte de la izquierda de los ‘70. Para entonces ya había muerto, víctima de un cáncer, antes de cumplir los 48 años. Alicia, por su parte, es Alicia Eguren; escritora, poetisa, compañera de Cooke y, en palabras de Castro, “casi una heroína; una militante activa y la sistematizadora de la obra político intelectual de Cooke”. Desaparecida en 1977, Eguren fue arrojada al Río de la Plata en uno de los infames vuelos de la muerte.

Combinando testimonios de políticos e historiadores como Antonio Cafiero, Juan Manuel Abal Medina, Miguel Bonasso, Felipe Pigna y Eduardo Jozami con las interpretaciones de Ana Celentano y Carlos Portaluppi (casi un especialista, a esta altura, en dar vida a personajes de nuestra historia; no hace mucho pudo vérselo en Homero Manzi, un poeta en la tormenta), Alicia y John, el peronismo olvidado representa una oportunidad única de conocer una parte (la izquierda, claro) del pasado casi siempre escatimada. Y hacerlo a través de buen cine, lo cual no es poco.

Agustín Masaedo
Fuente: Hoy

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