lunes, 23 de noviembre de 2009

La extraña aritmética de la música

Tres: desde este lunes, en Niceto

Adriana Calcanhotto habla del proyecto que comparte con Moreno Veloso y Domenico Lancellotti

Por Fernando López
Para LA NACION

Una gira con Maré , un libro, una película, un nuevo álbum de su popular y travieso otro yo infantil (Partimpim) y ahora Tres, el proyecto que la vuelve a asociar con Moreno Veloso y Domenico Lancelotti y con el que Adriana Calcanhotto decide regresar a la Argentina para presentarse desde mañana en Niceto.

Son muchas novedades para los escasos dieciocho meses que pasaron desde sus admirables recitales del Rex; demasiados asuntos para tratar en una conversación telefónica. Sin embargo, se anima a abordarlos. Está en San Pablo, completando los compromisos que la han tenido todo este tiempo de aquí para allá, Africa y Europa incluidas. Pronto, en febrero, su heterónimo le exigirá dedicación exclusiva: hace poco dio a conocer Dois , la última colección de canciones de Adriana Partimpim y no tendrá tiempo para otra cosa que los shows de presentación: ya se sabe cómo son de demandantes los chicos.

Para explicar Tres -la aritmética enloquece con artistas como éstos- hay que empezar por un encuentro de dos. Fue en las Lonas Culturales, movida municipal para llevar música a los barrios de Rio. Allí coincidieron la cantora y Moreno Veloso, uno de los miembros de aquel trío +2 que a cada rato cambiaba de titular y que por el momento ha dejado de existir. "Con ellos siempre hay mucha improvisación y por lo tanto, mucha libertad -explica Adriana-. Como también componen, tienen una mirada de autor diferente de la de los músicos de acompañamiento. Me identifico mucho más con ellos que con la gente de mi generación."

La historia registra desde entonces incontables encuentros, incluido Maré , uno de los discos más inspirados de su carrera. Antes, en España fueron +Ela , una reunión de cuatro artistas, parceiros entre sí, que mantienen un diálogo fluido. Ya como Tres, sin Kassin, debutaron en 2006 en el Circo Voador carioca. "Nos invitaron para abrir el show del dúo norteamericano CocoRosie, y allá fuimos con nuestras dos guitarras, dos chelos, dos MPC, tres pandeiros y algunas manzanas" (más o menos el mismo arsenal instrumental del que dispondrán aquí y al que podrá sumarse todo lo que juzguen necesario para obtener los efectos que buscan).

La experiencia fue tan feliz que poco después el trío ya tuvo su concierto propio en Santiago de Compostela. Después vinieron Maputo, París, Londres, Montevideo? "Siempre en las mismas condiciones, sin programa establecido. No hay nada a priori, no hay jerarquías. El encuentro nos estimula tanto que la inventiva se contagia. Estamos componiendo más. Uno trae una canción nueva, intercambiamos ideas, ocurrencias: el arreglo se va haciendo así, en común. Y todo sale más espontáneo. De modo que es difícil adelantar el contenido de los shows porteños porque depende de nuestro ánimo y de la electricidad que se genera con el público, si bien hay títulos que suelen estar. Como «Rio longe», de Moreno; «A cor amarela», de Caetano; «Borboleta», de Doménico, mi «Esquadros» o «Music», de Madonna, que tocamos con tres chelos."

En busca de una frescura que descubrió grabando el CD de Partimpim y que privilegia ahora en sus trabajos, Adriana dice que es preferible dejar que las cosas salgan tal como se producen: "Siempre trabajé con guiones muy armados, pero el imprevisto también tiene su riqueza. Entre los tres el diálogo y la invención musical fluyen permanentemente".

- Dois dejó su marca.

-Sí. Lo grabé volando para el Día del Niño, que en Brasil se celebra el 12 de octubre. Los padres, los chicos y la grabadora reclamaban. Primero pensé que no tenía suficientes canciones. Después comprobé que había 15 y acepté. Era casi junio, pero fue una buena presión. Sin tiempo de pensar demasiado, de corregir y querer controlarlo todo, el disco ganó en espontaneidad.

-¿Eso no impide tu cincelado de cada canción en busca de lo esencial?

-No. Porque desde que la compongo o la elijo tengo mucho tiempo de convivencia con ella. Cuando llego al escenario o al estudio, el proceso ya está hecho. De lo que se trata es de recuperar el frescor del primer contacto, las primeras ideas que la canción inspiró.

En el texto de presentación del nuevo álbum de Partimpim, anotó: "Dois es uno más uno, es una vez más, es el otro, el mundo, el encuentro, el cotejo, el reflejo, el amor". Una voluntad de abrirse que se aprecia en los temas. Partimpim ha madurado, pero no perdió el espíritu juguetón. Caben ahí un frevo carnavalesco, un antiguo hit de Roberto Carlos, una versión del "Trenzinho caipira", de Villa-Lobos, el clásico "Bim Bom" de João Gilberto en cruce con Olodum y algunos textos que exigirán explicaciones de los mayores, como la historia de Alejandro Magno contada por Caetano.

Todavía quedan dos temas. El libro - Saga lusa - fue el resultado de las crisis de pánico y alucinaciones que sufrió en Lisboa durante el tour de Maré , a raíz de una desdichada combinación de remedios que buscaban curarle una gripe. "Escribir fue una manera de escapar de la pesadilla", cuenta. El ácido humor que puso en esas páginas es el mismo con el que ahora recuerda las febriles noches de insomnio: "La prosa me salvó", reconoce. La película - Palabra (en)cantada - es una pequeña joya de Helena Sollberg sobre el encuentro entre versos y música en la que tuvo especial participación, entre otros expertos en el tema como Chico Buarque, Lenine o Tom Zé.

Una pregunta más. Adriana dijo alguna vez que un disco suyo era como una foto del momento de la grabación. ¿Podrá decirse lo mismo de los recitales de Tres?

"Claro -se ríe-, pero son tres días: tres fotos distintas."

Para agendar

  • Tres , con Adriana Calcanhotto, Moreno Veloso y Domenico Lancellotti.

  • Niceto Club , Niceto Vega 5510. Lunes 23, martes 24 y el miércoles 25 de noviembre, a las 21. Entradas desde $100.

Fuente: La Nación

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