domingo, 8 de noviembre de 2009

La cultura le da alergia a la tele

Campanella y Suar, durante el lanzamiento de Sueños de radio Foto: LA NACION

Por Pablo Sirvén

Ahora sí ya no quedan dudas de que los canales privados tienen un rollo contra la cultura. Nada muy pensado, obvio (lo contrario sería una verdadera contradicción). Evidentemente es algo más primitivo e inconsciente, como una cierta alergia irracional que les impide generar productos culturales y si acaso alguno les cae cerca, están prontos a patearlos hacia algún horario marginal. Lo hacen sin la maldad premeditada del jerarca nazi Joseph Goebbels, de quien se decía llevaba la mano a su revólver tan pronto alguien pronunciaba la palabra "cultura". Lo de acá es más simple: es de puro brutos nomás.

Ahora bien, tanto el año pasado Había una vez un club , como en esta temporada, Sueños de radio , no cabe duda de que sus temáticas y tratamientos buscan atraer a una audiencia juvenil y también a espectadores relacionados con el ámbito de la docencia. ¿Es el mejor horario, entonces, el de la trasnoche del domingo para una propuesta como ésta? Definitivamente no.

¿Por qué, entonces, habrá tanta aprensión con un ciclo como Sueños de radio como para que Canal 13 lo cuelgue, a manera de mezquina limosna, un domingo del extremo más tardío de la programación y no le dispense, en cambio, un trato al menos similar al que les otorga a los otros programas mencionados?

¿Por qué Pol-ka e Ideas del Sur (las productoras de los dos personajes más importantes de Canal 13, Adrián Suar y Marcelo Tinelli, respectivamente) gastan cientos de miles de pesos en los títulos nombrados y Canal 13 no pone un solo peso ni coproduce Sueños de radio , así como tampoco Telefé puso un solo peso ni coprodujo en los años anteriores Cuentos cardinales ni Había una vez un club ?

¿Será porque esos programas son un bodrio, sin ritmo, anticuados y hechos por el Estado?

Pero he aquí la mayor sorpresa: los programas, en efecto, son hechos desde el Estado, pero gracias al aporte económico de importantes sponsors . Y, por cierto, no son un bodrio, sin ritmo, ni son anticuados por la sencilla razón de que Juan José Campanella, que es quien los concibe y dirige, es alguien que ha dado sobradas pruebas de que conoce bastante bien acerca del arte de atraer al público con calidad. Lo atestiguan los 2.232.068 personas que vieron hasta anteayer su última película El secreto de sus ojos (que también está primera en Uruguay, en tanto que en España ya la vieron casi 600.000 personas). Es el mismo Campanella que hasta marzo se instalará en Los Angeles para dirigir un capítulo de La ley y el orden y dos de House para la muy competitiva TV norteamericana. El mismo, en fin, que ya está preproduciendo una película de animación en 3D y que el año próximo llevará adelante una miniserie sobre Manuel Belgrano para Canal 7.

Sueños de radio pretende dotar a tres pequeñas localidades del interior -Puerto Pirámide (Chubut), Los Varela (Catamarca) y Solís (provincia de Buenos Aires)- de emisoras propias que las ayudará a interconectarse mejor, propalando informaciones vitales sobre el clima, el estado de las rutas y otras recomendaciones igualmente importantes, así como también funcionarán como factor de cohesión social, esparcimiento y cultura.

La lucha de docentes y alumnos por llevar a buen puerto ese desafío es una historia que merece ser contada y que Campanella obviamente sabe contar.

¿Era necesario qué Telefé petardeara este estreno haciendo durar el programa de Susana Giménez hasta las 0.40 con la intención de hundir la audiencia de Sueños de radio ?

¿Qué oscuros monstruos se anidan en las profundidades insondables de los gerentes de programación de los principales canales abiertos para descuidar, o directamente sabotear, programas que con lenguaje televisivo tratan de amigarse con la cultura?

Fuente: La Nación

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