Juan Carlos D'Amico: "El cine para todos mejora la calidad de los pueblos"

Festival de cine de Mar del plata 2009

Balance de un trabajo conjunto entre el INCAA, Mar del Plata y la Provincia

Acaba de terminar la 24º edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, organizado como siempre por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), pero con la sumatoria este año del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires y la Municipalidad de General Pueyrredón. Esta amalgama de aportes y apoyo para su realización posibilitó que pueda llevarse a cabo en el medio de las dificultades económicas que atraviesa el país, de las que -obviamente- el Festival no quedaba ajeno. Ahora, llega la hora de las conclusiones y el balance. Juan Carlos D´Amico, el presidente del Instituto Cultural analizó con Diagonales la participación de la Provincia en este evento cultural que, esta vez, no contó con grandes figuras internacionales pero que se destacó por el buen nivel de la programación, incluso superior a la del año pasado.

–¿Qué balance hace de esta edición del Festival de Internacional de Cine de Mar del Plata, la primera en al que participa la Provincia como parte de la organización?

–Diría que muy buena. El Festival Internacional de Cine de Mar del Plata es uno de los mayores polos de atracción cultural de nuestro país y, en tanto el Instituto tiene como uno de sus principales objetivos el apoyo al desarrollo de la industria audiovisual en la provincia, era un paso necesario su incorporación a la organización del Festival, que precisamente transcurre en la provincia de Buenos Aires. Si bien uno de los motivos del acuerdo tripartito fue el aunar presupuestos para poder sostenerlo, resulta lógico dentro de su política para el área que la Provincia coorganice y así lo entendió el gobernador Scioli. Si la provincia y el municipio no intervenían no se podía hacer el festival y Scioli indicó esa acción buscando salvar al festival, ya que entre los tres participantes sumaron la misma cantidad de dinero que puso el año pasado el Incaa. Estoy satisfecho con la experiencia, se pudo trabajar muy bien, con una inversión racional de los recursos y un resultado que creo fue muy positivo, con una programación de excelente nivel en calidad y en representatividad de diferentes países, que es lo que debe tener un gran festival internacional.

–¿Considera que el éxito de este festival es también una demostración de que no se necesitan grandes presupuestos para hacer cosas buenas?

–Absolutamente. Un presupuesto mayor nos hubiera permitido traer a las figuras que tanto reclamaron algunos pero, aunque el glamour es innegablemente parte de los festivales, el objetivo principal era lograr que miles de personas puedan ver el mejor cine del mundo, que no siempre llega a las pantallas comerciales y acercar a los productores internacionales con los locales para fomentar la industria. Y todo eso se cumplió. Porque si hubiésemos traído estrellas a costa de tener una programación mediocre, entonces estaríamos destruyendo al festival.

Un presupuesto acotado obliga a optar, a pensar muy bien lo que se hace, a veces, a prescindir de cosas que uno considera muy importantes. Obviamente lo ideal es tener el dinero necesario para llevar adelante todos los proyectos que como funcionario uno tiene, pero siempre se pueden hacer cosas muy buenas y aquí está la prueba.

–¿Qué le aporta a la Provincia tener en su territorio un evento de estas características, más allá de lo relacionado a la industria audiovisual específicamente?

–En primer lugar un gran orgullo para todos los habitantes de la provincia de tener el único Festival clase A, como el de Cannes o el de Berlín, en nuestro territorio. Esto es parte de nuestra identidad, de nuestra cultura, y el estado debe apoyarlo. Por otra parte, el cine es un gran instrumento de inclusión social, un gran formador cultural. Las películas del Festival, que llegan de Finlandia, Corea, Grecia, entre otros países, muestran otras culturas y enriquecen a los espectadores, mientras que el cine comercial está centrado sobre todo en lo que llega de Hollywood. Sin querer cambiar la frase del genial Oscar Wilde, que decía que el arte no debía intentar ser popular sino que la gente debía intentar ser artista, pienso que se pueden lograr ambas cosas a la vez. Si se le propone al público un contexto atractivo, como es este festival, con tantas propuestas y precios populares, se lo motiva a ver más películas en un fin de semana de las que hubiera visto de otra manera. Desde el Instituto Cultural queremos llevar el cine a todos los habitantes de nuestro territorio, porque el cine para todos mejora la calidad de los pueblos.

–¿Por qué la apuesta fuerte de la Provincia a la industria audiovisual, no sólo con el Festival sino con un programa como el Bafilm (una Comisión de Filmaciones destinada a facilitar el trabajo de las productoras en la provincia?

–No estamos diciendo nada nuevo si hablamos del potencial económico de la cultura. Pero lo importante es generar políticas tendientes a generar visibilidad para las industrias culturales, porque son generadoras de fuentes de empleo y de recursos económicos. El gobernador Scioli tiene una concepción moderna de la cultura y, en este sentido, nos indicó que trabajemos políticas que vinculen a la cultura con el desarrollo de la economía. Las industrias culturales, en particular la audiovisual, son vehículo de expresión de nuestra gente, y como tales generadoras de imaginarios simbólicos.

Además, cada filmación que se radica en nuestra provincia genera trabajo, empleo para nuestros técnicos y nuestros realizadores. Se calcula que cada publicidad internacional que filma en nuestro país invierte alrededor de 300 mil pesos promedio. Este fue un año de gran desarrollo de Bafilm, aumentamos 10 veces la cantidad de filmaciones, y al día de hoy ya son más de noventa las que tramitaron los permisos en esa oficina. Es decir, todo el perfil del cine como industria tiene una prioridad estratégica como gestión, y creemos que marca un modelo a seguir para otras regiones o municipios del país.

Fuente: Diagonales