miércoles, 11 de noviembre de 2009

Irregularidades llega hoy a Ciudad Vieja

El cuarteto de Piazzolla, Archetti, Casagrande y Edward estrena espectáculo

El espectáculo Irregularidades que este miércoles 11 de noviembre a las 21.30 se presenta en Ciudad Vieja (17 y 71) reúne a cuatro músicos que se propusieron realizar una investigación "rítmica y sonora" de distintas composiciones del jazz.

Uno de los integrantes del cuarteto es Marcos Archetti (bajo), quien le explicó a Diagonales como surgió la idea de tocar todos juntos para esta y otras ocasiones: "este año conocí al Pipi Piazzolla, a quien quiero y admiro, entonces quedamos en armar algo juntos". De ese futuro encuentro entre los dos músicos surgió Irregularidades que, según Archetti, es una propuesta que "tiene un poco de él y de mí, porque a los dos nos gustan las métricas irregulares, investigar con el ritmo, no abordar la música desde las rítmicas más convencionales sino buscar un terreno de exploración, investigación y aprendizaje. La idea de Irregularidades fue plasmar un gusto compartido". Al proyecto se sumaron Bernardo Casagrande (saxos) y Marcos Edward (guitarra), "dos músicos buenísimos de la ciudad que se prenden en esta música".

–¿Como ve el futuro cercano de la agrupación?

–Veremos como sigue el proyecto, queremos ir armando composiciones propias, vamos a ver por donde nos lleva la música. La idea no era juntarnos sólo para una ocasión, queremos seguir.

–¿En qué va a consistir puntualmente el espectáculo de hoy?

–La gente se va a encontrar con una suerte de búsqueda muy direccionada y a la vez muy libre, con mucha interacción, con las cuestiones que están muy presentes en el jazz, eso es el motor. Y en medio, esta propuesta de poder tocar las métricas comunes, pero van a encontrarse con cuatro músicos interactuando en todas sus posibilidades, buscando el diálogo.

–¿Cómo es buscar el diálogo en la música?

–A veces hay una forma de encarar la música que sería tocando algo pautado. Los músicos ensayan eso para que salga lo más perfecto posible y ahí el diálogo está más cerrado porque hay que respetar una estructura. Y si bien está la cuestión interpretativa, no es tan dialogado. Pero en las músicas que involucran la improvisación, tenés un campo de diálogo en el sentido de que cuando estás improvisando tocás libremente, hay estructuras que se respetan, como el acorde y el compás, pero dentro de eso te movés con libertad y, en ese sentido, al escucharse, los músicos tienen la posibilidad de que cuando uno toca una cosa, el otro lo interprete y le conteste con otras cosas. La idea es improvisar y no tocar en piloto automático, que los solos sean solos compartidos, donde todos propongan, reciban y devuelvan.

Fuente: Diagonales

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