Record de asistenciaRealizaron el asado de la amistad, en el que participaron más de 200 personas
La emoción, las historias compartidas y los reencuentros inesperados marcaron ayer una tarde de domingo diferente para más de 200 vecinos de Berisso "nacidos y criados" en la calle Nueva York. La edición 2009 del tradicional almuerzo de camaradería que organiza la Asociación de Amigos del emblemático "barrio de los frigoríficos" batió récords de asistencia y puso nuevamente en foco los reclamos para que desde los ámbitos oficiales se procure la recuperación del esplendor perdido en décadas de abandono.
La reunión tuvo lugar en un local sindical de Montevideo y 5, a partir de las 13. Después de disfrutar de un suculento asado, los berissenses siguieron con atención la proyección en pantalla gigante de un audiovisual que intercaló fotos antiguas con testimonios recogidos durante el almuerzo del año pasado.
"Lo importante es que siempre se suma gente nueva, que se vincula con el proyecto y aunque no venga todos los años -porque por ahí vive en otra ciudad o provincia- queda ligada desde lo afectivo y el apoyo" subraya Pedro Di Lorenzo, secretario de la Asociación de Amigos de la Calle Nueva York.
El dirigente admite que "la mayoría ya no vive en la Nueva York, pero la siente como propia; hay ingenieros, médicos, arquitectos que se criaron en los conventillos... todos los provincianos y extranjeros pasaron por allá".
Hoy por hoy, la Nueva York está cortada por tareas de remoción y reubicación de las piezas del empedrado; los vecinos ven con buenos ojos "cualquier mejora que se encare", pero advierten que "si no se trabaja en los desagües pluviales y no se proveen cloacas a la zona, los problemas se van a repetir".
Entre quienes ayer cosecharon una cálida ovación se contaron las maestras de la Escuela 50 -luego rebautizada con el número 9-. Orillando las ocho décadas, Elba Di Girolamo, Dolly Vallejo y Clementina Denari recibieron incontables besos y abrazos de sus ex alumnos, algunos ya convertidos en abuelos. Con humor y vitalidad, se remontaron a sus inicios en la docencia, allá por los años '50, épocas de "pleno empleo y actividad inagotable".
Uno de los que se reencontró con las "señoritas" fue Juan Angel Farcic, hijo de croatas que vivió hasta los trece años -entre 1943 y 1956- en una pensión de Nueva York 4958. "Fui testigo de las tres etapas de la escuela" destaca.
Calificada por los berissenses alguna vez como "la calle más cosmopolita de toda la Provincia", la Nueva York era recorrida en cada jornada por marineros de todas las nacionalidades que llegaban al activo puerto de Berisso, y los 20 mil trabajadores con que contaban los frigoríficos Swift -antes La Plata Cold Storage- y Armour.
Fuente: El Día
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