jueves, 12 de noviembre de 2009

Emilio del Guercio compinche de Spinetta en Almendra

Foto:Andres D'Elia

Dice que le molesta la soberbia intelectual.

¿Cuáles son los mejores siete temas del rock nacional?

Debe ser un número cabalístico ¿no? Bueno, diría Presente, Muchacha (ojos de papel), La balsa, Mañanas campestres, Jugo de tomate frío... no sé. En el programa que empezamos el miércoles (Cómo lo hice..., por Encuentro, los miércoles a las 22) abordamos el asunto sin pretender un análisis de los mejores temas, sino buscando las canciones que quedaron prendidas en el corazón de la gente. Canciones de uso espiritual que son un espejo de la afectividad popular.

Otra lista. ¿Las dos cosas que más le molestan a Emilio?

Una es la soberbia intelectual. La rigidez mental para analizar los procesos que a uno le toca vivir. Me interesa mucho la plasticidad, cómo hacer para tratar de entender situaciones sin preconceptos. El día que podamos despegar de los preconceptos vamos a comprender lo que somos como pueblo. Si por ejemplo vos planteás la antinomia campo-gobierno, yo pienso que ésa es la clase de razonamiento que nos ha cagado la vida.

Por este mes, por un rato, por esta nota al menos, ¿puedo evitar el "Emilio del Guercio, ex Almendra" y poner "Emilio del Guercio, Almendra"?

Sí, como no. El show del 4 de diciembre (Spinetta y las bandas eternas) es el concierto de Luis, yo no quiero hablar, pero creo que vamos a estar. Todos. Estamos ensayando...

Tu último disco fue el lindísimo "Pintada". ¿En qué momento te cansaste de la música?

¿Vos decís porque no toco frecuentemente?

Y... "Pintada" es del 83.

Cuando termine con el programa de televisión voy a juntar el material que tengo grabado y lo voy a editar.

Eso lo prometés hace años.

Je, no es que sea un mentiroso, y tampoco que me haya cansado de la música. Pasa que en los ochenta y pico me hinché un poco las pelotas con el ambiente de productores y managers y traté de conservar una independencia para no necesitar de la guita o de los shows que ellos pudieran conseguirme. Y bueno, sin querer, pasó el tiempo y me fui abriendo, o cerrando.

Pero imagino que vos y Spinetta deben estar hechos de una madera similar. ¿Cómo hizo Luis para sobrevivir a todos estos años de gente?

Luis tiene una personalidad diferente. Es muy admirable lo suyo: nunca le entró una sola bala. Luis impone un espacio invisible a su alrededor y yo soy un poco más vulnerable en ese punto. Tal vez yo sea más de guardarme, y al tener otras habilidades, diseñador, dibujante, me he permitido ganar una plata desde otro lado. Igual, en el momento en que empecé a desengancharme del circuito de la industria no me tenían tan en cuenta... y yo no estaba para andar demostrándoles nada.

¿Eso te frustró?

Es muy difícil explicarlo. Empecé muy pendejo y cuando era más grande, me saturé. Soy un creativo que no necesita estar todo el tiempo presente haciendo notas o subido a un escenario. No preciso una carrera artística. No hago esfuerzos por poner la carucha.

Hablemos de descendencias y negocios, Emilio. Está volviendo Viejas locas, ¿eso te dice algo?

A mí no me gustan las Viejas locas, pero si hablamos de descendencias, me gustan muchísimo menos. Fuimos padres un poco irresponsables (sonríe). Una cosa es el análisis estético y otro es el mensaje: la apología del reviente es una parte del mundo de la estupidez.

Con Javier Martínez y Moris hablamos mucho del disgusto que les provoca el lugar de próceres que la industria del rock les asignó. Esa perspectiva que se parece al bronce o al mausoleo. Por lo que contás, vos no sufriste ese martirio.

Los tipos de mi generación estamos en períodos de alto nivel creativo por la experiencia que acumulamos. A mí me hace bien que la gente reconozca nuestro laburo pasado, aunque no somos sólo eso. Por eso Luis a veces se enoja cuando le mencionan tanto Muchacha (ojos de papel).

Parafraseando a Moris, ¿podría decirse que el peronismo resultó complicado?

El peronismo es uno de los sucesos más importantes de la historia del país. Pero en este momento no creo que se esté haciendo buen uso de las ideas de Perón. Tenemos muchos intérpretes de la Biblia y cuando cada uno escribe su evangelio, se complica.

¿Qué opinás del evangelio según De Narváez?

Supongo que no lo escribió y que aún está tratando de interpretar las palabras de Perón, pero me refiero a esto: si Perón dice una cosa, ¿por qué viene otro y dice otra? ¿Qué somos? ¿Pelotudos? ¿Perón acaso hablaba otro idioma?

En "Galimberti", el libro de Larraquy y Caballero, se cuenta que Spinetta y vos participaron de JAEN (Juventudes Argentinas para la Emancipación Nacional, agrupación con intereses en la lucha armada donde destacaba Galimberti) y que a Luis lo expulsaron por fumarse un porro. ¿Fue así?

Hay una cosa que dicen ahí que está inventada. Yo no viví esa situación. Hablé con Larraquy y le conté cómo conocí a Rodolfo (Galimberti) en casa de sus viejos. Rodolfo era un tipo inteligentísimo que a nosotros, que eramos pendejos y un poco pelotudos, nos abrió la cabeza.

Si se pudiera mensurar, ¿en qué porcentaje fuiste montonero?

Apoyé sus ideas en un momento, pero no fui montonero. Eran muy soberbios y la soberbia, te lo dije, me molesta.«

Información: Emilio Del Guercio conduce "Cómo lo hice..." programa sumamente original que apunta a formar el primer archivo audiovisual del patrimonio de la canción argentina.

Fuente: Clarín

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