miércoles, 4 de noviembre de 2009

El fantasma de Cromañón sobrevuela la Ciudad por la evasión de reglas

ATRAPADOS SIN SALIDA (DE EMERGENCIA) EN BUENOS AIRES

Un informe de la Superintendencia Federal de Bomberos reveló que el 42% de los locales de concurrencia masiva no tienen en regla los planos de prevención contra incendios. Para la Defensoría del Pueblo, pasa lo mismo en pubs y bares.

“Aunque a los bomberos siempre les toca poner el cuerpo ante cada incendio, en la mitad de los casos corren mayor riesgo porque no cuentan con los planos de instalaciones contra siniestros que exige la ley”. La denuncia pertenece al arquitecto Atilio Alimena, Defensor Adjunto del Pueblo de la ciudad y uno de los pocos funcionarios que advirtió, en 2003, que los boliches porteños eran una bomba de tiempo. La tragedia del boliche República de Cromañón, le dio la razón un año después, cuando murieron 194 jóvenes durante la noche del 30 de diciembre de 2004. Desde entonces, para el funcionario, no hay peor impotencia que anticipar una desgracia que luego ocurre.

Fue con esa preocupación que, a partir de 2005, se ocupó de que la Defensoría investigue si los lugares comerciales más concurridos de la ciudad tenían sus planos contra incendios tal como lo exige la ley. Desde esa entidad se eligieron los 212 principales grandes centros comerciales, paseos de compras, shoppings, hipermercados, complejos cinematográficos, salas de teatro y locales de concurrencia masiva.

Con la lista en la mano, cruzó los datos con los registros del gobierno porteño y con el padrón de planos de la Superintendencia Bomberos (SFB) de la Policía Federal Argentina. El resultado fue preocupante. Se descubrió que los bomberos no tenían los planos del 47% de los locales relevados. En octubre de 2008 ese porcentaje sólo se redujo en cinco puntos y desde entonces no se registraron cambios, es decir, que a un año de la última advertencia pública, los bomberos no poseen los planos de prevención contra incendios del 42% de los locales comerciales más concurridos de la ciudad.

El capítulo cuarto del Código de Edificación porteño exige que una copia del plano final de obra sea remitido a la SFB, algo que no impide que la comuna otorgue la habilitación correspondiente. Para Alimena, “es muy posible que la mayoría de los lugares revisados tenga una habilitación definitiva o provisoria, pero en caso de incendio ninguno de esos locales podrá sostener que cuenta con una habilitación final hasta que no haya remitido sus planos de prevención contra incendios a la Policía Federal, tal como exige la ley”. Para los especialistas, ese 47% es una señal de alarma.

Tiene una razón de peso. Hace 20 días, la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas recordó que la SFB “advirtió que el 40% de los incendios que se producen en la ciudad de Buenos Aires se deben a fallas eléctricas”. La denuncia ocurrió luego de que esa cámara rechazara los cambios en los requerimientos técnicos para las nuevas conexiones domiciliarias que dispuso el Ente Nacional Regulador de la Energía Eléctrica (ENRE). Según las empresas electrónicas, “la Resolución 336/2009 del ENRE pone “en serio riesgo la vida de las personas y sus bienes” porque permite que lo haga “mano de obra no calificada”. Para Alimena no es un detalle menor, porque “si los bomberos no tienen los planos a mano, tendrán serias dificultades para extinguir el fuego, algo que no debe volver a suceder después de la tragedia de Cromañón”.

PROBLEMA AÑEJO PERDIDO ENTRE PAPELES. Desde que comenzaron los relevamientos, los funcionarios dejaron de controlar las habilitaciones y se encargaron de verificar el riesgo de incendio. “Puede ser que los locales relevados tengan la habilitación en orden ante el gobierno de la Ciudad, pero hasta que la comuna no haya enviado los planos a Bomberos de la Policía Federal, esa habilitación estará incompleta. Ya hemos descubierto que eso sucede en poco menos de la mitad de los establecimientos más concurridos de la ciudad”, advirtió Alimena.

Desde la Agencia de Gubernamental de Control Comunal (AGCC) del gobierno porteño, su director de Habilitaciones, Martín Farrel, explicó a este diario que “hasta 1981, durante la intendencia de Cacciatore, para habilitar un local comercial se pedía la certificación final de incendios de la Superintendencia de Bomberos, pero desde entonces la totalidad de los permisos los extiendía la comuna a través de la Dirección General de Obra y Catastro (DGROC), una repartición que fue dividida en dos áreas a partir de 2008”. Sin embargo, según la actuación de la Defensoría a la que tuvo acceso este diario, tanto la DGROC del Ministerio de Desarrollo Urbano, como la Dirección General de Fiscalización y Control de Obras de la AGCC, asumieron la falta y se comprometieron a resolverla en forma “paulatina, ya que se trata de un problema que es arrastrado por gestiones anteriores”.

Tres años después de la primera advertencia, los voceros del gobierno porteño sostienen la misma explicación. Al respecto, Farrel consideró “imposible que haya lugares habilitados sin el plano final de incendios”, pero Alimena recordó que lleva “tres años pidiendo que le manden una copia de esos planos a los bomberos y si a esta altura del partido no lo remiten, es porque no lo tienen o porque está incompleto”, dijo el funcionario y reiteró que “los planos finales de incendio son considerados de importancia estratégica para el personal de Bomberos, porque le permite conocer con precisión las zonas críticas para las tareas de rescate y asistencia, ante un siniestro en uno de estos lugares de masiva concurrencia de público”.

ESCUELAS Y NUEVAS ACTIVIDADES. Desde la Defensoría, los funcionarios sostienen que el problema de los locales más concurridos es sólo la punta del iceberg. “En el caso de las escuelas de la Ciudad, son pocas las que tienen los planos finales contra incendios, y en el caso de las escuelas estatales, el 100% no ha entregado sus planos a Bomberos de la Federal”, denunció Alimena, aunque reconoció que desde la tragedia de Cromañón “todos realizan los simulacros de evacuación contra incendios, pero sin planos certificados de evaluación eso sirve de poco”.

Para el Defensor adjunto, “en la única actividad donde hemos verificado una remisión de planos del 98% a los Bomberos de la Federal es en los boliches bailables, una actividad crítica que es controlada en forma eficiente por la ciudad, aunque se trata de un universo cada vez mas grande”. Según reveló Alimena al portal Noticias Urbanas, “la propia cámara empresaria que agrupa a los propietarios de discotecas estima que existen más de 70 pubs, mayoritariamente instalados en Palermo y Las Cañitas, que funcionan ilegalmente a pesar de no contar con la correspondiente autorización”.

Se trata de los bares que a partir de la medianoche “corren las mesas y las sillas y se transforman en verdaderos boliches”. Lo notable, advierte la Defensoría, es que promocionan su irregular actividad en sitios web y redes sociales. Cuando la comuna comprueba la infracción, les aplica una multa “pero nada impiden que vuelvan a hacerlo”.

Fuente: Crítica

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