martes, 24 de noviembre de 2009

"El cine de animación no entiende de nacionalidades"

Se trata de un proyecto español que costó 60 millones de euros y fue vendido a Hollywood. Jorge Blanco, uno de los realizadores, explica cómo se generó esta ambiciosa película que cuenta con auspicio de la NASA y puede modificar el mapa de la animación mundial.

Por: Laura Gentile

Se podría decir que hace un par de días España invadió los Estados Unidos y pronto seguirá con el resto del mundo. Pero no es para alarmarse: la invasión será en formato cinematográfico y significa que por primera vez en la historia de la animación un producto ideado y realizado en el país ibérico tiene un lanzamiento masivo que incluye todos los rituales del género: copamiento de salas a gran escala a nivel mundial, replicamiento en jueguitos para los menúes infantiles de una famosa cadena de hamburguesas, videojuegos, merchandising...

Se trata de Planet 51, un filme que demandó una inversión de 60 millones de euros, con un guión escrito por Joe Stillman (el mismo guionista de Shrek y Shrek 2) y estrellas de Hollywood como Jessica Biel, Gary Oldman, Dwayne "La Roca" Johnson y John Cleese, prestándole sus cotizadas voces a los personajes principales. Estrenado anteayer en los Estados Unidos, llegará a las salas argentinas el jueves próximo.

La película cuenta la historia de un astronauta, el Capitán "Chuck" Baker, que, creyendo pisar el suelo de un planeta inhabitado, descubre -a los pocos segundos de llegar y con verdadero terror- que está lleno de seres de color verde, que llevan una plácida vida, similar a la de Estados Unidos en los años '50, sólo ensombrecida por la amenaza de una invasión alienígena. De hecho su épica llegada (acompañada de la música de 2001, Odisea del espacio) se produce en medio de una barbacoa en el jardín de una casa.

El astronauta se hará amigo de Lem, un verde chico ejemplar y la película devendrá una especie de ET al revés. en el que el terrícola será el extraño a quien hay que esconder, proteger y ayudar a volver a su hogar. Con su consecuente mensaje: no hay que temer a las diferencias.

Como recurso de marketing la película fue presentada a la NASA: una copia fue mandada a la Estación Espacial Internacional y los astronautas pudieron verla en primicia. (ver Una película en órbita). Algo parecido a cuando en 2008, los astronautas del Atlantis llevaron consigo al muñeco astronauta de las películas de Toy Story.

¿Cómo fue que un filme de animación español logró instalarse en las grandes ligas? Su director Jorge Blanco (de apenas 35 años) se lo cuenta a Clarín por teléfono desde Madrid. "Profesionalmente venimos del videojuego. Con Ignacio Pérez Dolset (uno de los productores) trabajé en Piro Estudios, que es una de las productoras de videojuegos más importantes en España, la única que sacó juegos internacionales".

Ellos crearon un juego que inventó un género nuevo en video. Se trata de Commando. "Pero se nos empezaba a quedar pequeño el video juego -señala Blanco- y dijimos vamos a intentar una película".

Blanco reconoce a Toy Story de Pixar como inspiración iniciática. "Nos emocionamos y nos conquistó el corazón -asegura Blanco, quien tuvo como co-directores a Javier Abad y Marcos Martínez-. Y nos hemos lanzado".

La película siempre fue concebida como un proyecto internacional. "Sabíamos que tenía sentido si el proyecto nacía con la vocación de tener una difusión internacional. El problema de la animación es que no hay caminos intermedios, no puedes tener una película independiente como por ejemplo The Full Monty que de pronto va creciendo, de mercado a mercado.

¿Es cierto que probaron a guionistas españoles antes de decidirse por el norteamericano Joe Stillman?

Nuestra idea era muy americana, porque en sí mismo el concepto de la película está muy basado en las películas americanas serie B. Y por la idea de que todo transcurra en los años '50, necesitábamos alguien que hubiera vivido esa etapa, que conociera esas referencias culturales. Y además, que nos diera la experiencia y el background de haber trabajado en grandes producciones. Y, por desgracia, aquí en Europa no existe alguien así.

¿Por qué decidieron que la vida en el planeta 51 fuera parecida a las Estados Unidos en la década del '50?

Porque encajaba muy bien. Esa época es un referente cultural muy reconocible. Todas las películas de ciencia ficción y el fenómeno ovni aparecieron en esa época, todos los estereotipos de aliens, con el cine clase B como referente. Creo que encajó muy bien esa mezcla.

¿Y por qué no hay ninguna huella de "lo español" en el filme?

Es que el cine de animación no entiende de nacionalidades. Me gusta hablar de cine de calidad, de un entretenimiento en el que el espectador salga satisfecho. Si Pixar hace una película de cocina, ¿dónde la ambienta? En Francia. Si yo hago una película sobre aliens, el referente cultural es americano, ellos llegaron a la Luna y demás. Los aliens siempre van a Estados Unidos, tienes que aprovecharte de eso, contar la película en un marco que sea entendible en todo el mundo.

¿Qué creés que tiene de especial "Planet 51"?

La originalidad del tema y el no estar atados a las exigencias de los grandes estudios. Eso es un plus fundamental. Hemos hecho la película desde el corazón. Muchas veces los grandes productos están desnaturalizados y ni tienen padres de las cosas. La película ha nacido del corazón. Con Marcos Martínez y Javier Abad y el productor Ignacio Pérez Dolset, hemos invertido no sólo trabajo sino una actitud vital, ha sido un sacrifico personal. Llevó 7 años montar todo. Ahora estamos trabajando desde hace un año y medio en el segundo proyecto, del que no puedo adelantar nada.

¿Hay mucha expectativa en España con el estreno?

La verdad es que mientras trabajábamos nos hemos metido en un agujero. En realidad suele funcionar al revés, la gente hace mucho ruido y dice 'voy a hacer esto y va a ser la hostia' porque necesita financiación. Nosotros lo hicimos al revés. Casi toda la inversión es del grupo al que pertenece el estudio. Y pudimos hacer las cosas bien, con tiempo y con presupuesto.

¿Qué es lo que más te gusta del filme?

Yo estoy con personajes como Rover, la sonda espacial. También me gusta el guiño a Alien: en este planeta los perros de la calle son como aliens. Con Rover tuvimos un gran susto cuando salió Wall-E, de Pixar. Al principio nos asustamos y pensamos que la frescura de nuestro personaje se nos iba a la porra. Luego, vimos que era muy diferente.

¿Sienten que tuvieron más libertad de reirse del american way of life al hacerla en España?

Cuando el guionista entró al proyecto ya teníamos la secuencia principal armada para el trailer, que es cuando el astronauta sale de la nave y llega a la barbacoa y sale asustado de ver a todos. Y, de hecho, fue lo que le inspiró a Joe a construir ese personaje que no estaba tan delineado. El fue el que hizo la caricatura del astronauta superficial y del americano superficial. No hubo problemas cuando se la mostramos a los de Sony: se ve que tienen bastante sentido del humor.

Fuente: ClarínJustificar a ambos lados

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