viernes, 20 de noviembre de 2009

Doce músicos percusionistas harán vibrar la Casa de La Trova

Esta noche a las 21 en diag. 79 y 57 La Plata

El grupo Vibrá! improvisa nuevos ritmos con su sistema de señas

Los ritmos del djembé, las tumbadoras, los compases, y la conga sonarán este noche en La Casa de La Trova (diagonal 79 y 57), a las 21, cuando doce percusionistas platenses suban al escenario para hacer vibrar a los oyentes con ritmos improvisados y un lenguaje de señas que no da qué hablar porque según su director, Ariel Pozas "es un sistema que todos los músicos tienen que conocerlo. Un director maneja el grupo y le pide a los músicos que toquen ciertas cosas pero con señas, no usamos los gritos como sucede en algunos grupos de percusión. Te imaginás diez tipos tocando, es un lío bárbaro, no se escucharía nada".

Vibrá! es el nombre del espectáculo que lo dice todo. Que sin texto, ni libreto invita a los presentes a sentir la música en cuerpo y alma, al son de las semillas y timbales, el surdo, la campana, el timbao y la tumbadora.

“El grupo (Vibrá!)- contó el gestor de este emprendimiento musical a Diagonales- debutó el pasado agosto en el teatro La Lechuza, luego de una previa aparición como invitados de un grupo reggea que hizo su presentación en el Ayuntamiento en el mes de julio”. El teatro, les dejó un saldo más que favorable: de las tres funciones programadas para ese mes, debieron adicionar dos presentaciones más porque colmó la capacidad de gente y muchos se quedaron si poder vivenciar el espectáculo.

Además de la dirección general de Pozas, el grupo que, según el mismo director "puede seguir ampliándose", hoy está conformado por Martín Bogliano (quinto), Daniel Caraballo (djembé), Juan Pablo Carrera (candombe), Cuba Cufré (campana), Esteban Dietrich (repique de candombe), Vicente Figus (surdo), las participaciones femeninas de Julieta Ronchetti (conga) y Magali Savegnago (surdo), Leo Scaglia (semillas/ timbal), Gadi Slomka (timbao) y Gustavo Tumori (tumbadora).

–¿De qué se trata este sistema al que hacía referencia?

–Nosotros estudiamos un sistema de señas, eso es lo que ensayamos, no ensayamos canciones dos veces por semana, ensayamos ese modo de comunicarnos sin hablar. Uno ensaya y estudia las señas y el trabajo que hay alrededor de ellas.

Este lenguaje musical me lo enseñó Santiago Vázquez, con el cual todos nos movemos. Todos los músicos tienen que conocerlo, un director maneja el grupo y le pide a los músicos que toquen ciertas cosas pero con señas, no usamos los gritos como sucede en algunos grupos de percusión. Te imaginás diez tipos tocando, es un lío bárbaro, no se escucharía nada.

–¿Cuándo se oficializó el nacimiento del grupo?

–Empezamos a juntarnos en marzo, abril de este año. Yo hice el taller con este señor de Buenos Aires y me junté con ex alumnos, que tocaron conmigo en La Plata; ahora somos doce en este momento. En agosto, hicimos un ciclo de tres viernes en La Lechuza, nos fue muy bien, entonces hicimos dos viernes más. La gente que iba, recomendaba otra y así se potenciaban.

–¿Hay un límite para la cantidad de gente que puede llegar a tocar en Vibrá!?

–En realidad no hay límite, pueden ser cien personas, pero todos tienen que ver al director, el tema es que muchas veces los escenarios donde tocamos no tienen el espacio para todos. Pero cuando llegamos de a poco nos vamos acomodando.

¿Cómo es el espectáculo?

Los músicos tocan desde los ritmos que conocen, de métricas y desde distintos folclores del mundo. Sale todo a partir de un candombe, de una rumba, de un son, sale de lo que uno tiene dentro. A su vez, se estudian cosas que no tienen que ver con el folclore, se estudian polirritmias, se saca todo de los ritmos y la percusión porque son los únicos elementos que tenemos. Todo lo sacamos de los instrumentos, no tenemos guitarra, ni instrumentos armónicos, tampoco melodías.

Para darle color, invitamos a músicos que no toquen percusión. Nos han acompañando tecladistas, saxofonistas y muchos otros.

Fuente: Diagonales

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