domingo, 8 de noviembre de 2009

Con tintos ganadores, comidas y música, comenzó la Fiesta del Vino de La Costa

En el gimnasio municipal de Berisso

Setenta muestras de blancos y tintos concursaron. La Sexta Fiesta del Vino de la Costa es un muestreo de la tradición vinera de la zona, iniciada por los inmigrantes que poblaron la ciudad de la ribera.

El vino de la costa, el que se produce en Berisso, tiene desde ayer su fiesta -que sigue hoy- en el gimnasio municipal de 9 y 168, donde anoche, enólogos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), eligieron el mejor vino berisense. Setenta muestras de blancos y tintos concursaron. La Sexta Fiesta del Vino de la Costa es un muestreo de la tradición vinera de la zona, iniciada por los inmigrantes que poblaron la ciudad de la ribera.

“Hace 10 años un grupo de productores, sumados a la facultad de Agronomía de la UNLP, comenzaron a trabajar para recuperar esta tradición. Hoy la Cooperativa de la Costa de Berisso tiene unos 20 socios que producen 25 hectáreas. Y no sólo producen vino. También se produce miel, mimbre, caña, ciruela”, contó André Aguiar, presidente de la cooperativa.

En total, son más de 25 productores de vino en las zonas bajas de las islas y los montes costeros de Isla Paulino, El Tala y Palo Blanco, en Berisso. Al menos otra decena producen dulces y conservas.

Cientos de personas recorrieron ayer los 120 stands de productos en el Gimnasio Municipal. Además de los vinos, los puestos exhibían quesos y embutidos; conservas y dulces; artesanías en mimbre, en madera y en barro.

Por su lado, las colectividades y las agrupaciones tradicionales ocuparon el espacio de comidas, con 27 puestos.

Y en una carpa propia, las actividades: el segundo Encuentro Nacional de Escultores; el segundo Encuentro de Chefs -Maridaje y la presentación del libro Cardo y Huella, un texto “bien berissense”, como lo definió su autor, Juan Ángel Lupac.

Los encuentros y el festival artístico seguirá hoy en los distintos sectores de la Fiesta.
DE LA ISLA. También hay productores de vino que no integran la cooperativa. Es el caso de los Murgia, de la Isla Paulino, que producen el vino Familia Murgia, con las vides que la abuela de Don Murgia plantó en 1906.

“Mi marido tiene 52, así que viene haciendo vino desde hace 52 años. Todo lo empezó su abuela, que plantó las vides en 1906”, contó Olga frente al stand donde daban a degustar el producto de sus vides paulinas.

“Este mismo vino se hace en Cerdeña. Es la misma receta que trajo de allá la familia Murgia cuando vinieron a Berisso, y que todavía se hace, acá y allá”, resaltó.

QUILMEÑOS. De la Fiesta participan, también, productores de otras zonas de la ribera del Río de La Plata. Alberto Canullio y Jorge Marini viajaron desde Quilmes para estar presentes con su vino Don Pascuale, de su bodega El Rastrillo.

“Nosotros recibimos las uvas de Mendoza, las producimos en nuestra bodega artesanal, y... bueno, lo tomamos”, explicó Canullio.

El año pasado ya concursaron. “Sacamos el segundo premio en blanco”, contó Marini.
“Lo importante es que te marquen el camino, si vas bien o mal”, resaltó Canullio.

INV. “Huele muy bien”, resalta un enólogo ante una copa de vino de color rubí intenso.
–Qué bonito color– le retruca un colega.

–El aroma de este tinto es más frutal que el del blanco– apunta un tercero.
–Mmm… Palaciego– se regodea un cuarto especialista.

Los cuatro enólogos, tres de ellos del INV, calificaron desde las 14 más de 70 muestras para el Concurso del Vino. Alrededor de las 20, tenían un veredicto, que fue anunciado en el escenario principal, en el Gimnasio, a las 21.

En la categoría Vino de la Costa, el primer premio fue para Emilio Droghei, de Berisso. El segundo para Daniel Gómez, de la Isla Paulino. El tercero, para el berissense Leonardo Corazza.
La categoría Vino Casero fue para productores de Quilmes: el primer lugar lo obtuvieron Marcelo Arias y Moises Tobal, el segundo fue para Marini y Canullio y el tercero para Ana María Kasnyik.

Fuente: Diagonales

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