El aumento en los taxis, la espera excesiva de los colectivos y los elevados costos de combustibles hacen que la bicicleta sea una elección recurrente para muchos platenses. Las vemos aparecer a montones circulando por las principales avenidas, a todas horas y en diferentes direcciones. Elegidas tanto por hombres como mujeres de todas las edades, por ser un medio de locomoción ágil, saludable y, fundamentalmente, de bajo costo.
Bicicleteros locales destacaron que, debido a la crisis económica, la gente intenta arreglar sus bicicletas viejas o adquirir usadas. En el caso de querer invertir en una nueva, hay que saber que el gasto mínimo ronda los $ 350, siempre tratándose de una bicicleta playera, con el poco sencillo sistema de freno contrapedal.
“En general se acercan hombres de entre 22 y 35 años que la necesitan para ir a trabajar, fundamentalmente empleados, que buscan un medio de transporte más barato, ya que el precio de los micros es carísimo”, aseguró el vendedor de una conocida bicicletería local.
Más allá de los beneficios para el ambiente y la rápida movilidad, andar en bicicleta puede representar una serie de inconvenientes. El principal es el que se deriva del tránsito, ya que en La Plata la saturación de vehículos de combustión y la falta de consideración de los conductores constituyen un peligro cotidiano para todos los ciclistas.
Consultada al respecto, Mercedes Torbidoni, miembro de la Asociación de Ciclistas Urbanos y Peatones (ACUP), dijo que “por la época del año, el tránsito de bicicletas se incrementa y el malestar generalizado, sumado a la gran cantidad de autos, hace que muchos conductores se vuelvan agresivos al volante”. Agregó que “hay mucha falta de conciencia e impaciencia en los conductores; pero deben saber respetar tanto a ciclistas como a peatones, y aprender a convivir con ellos en el tránsito por la ciudad”.
Otros problemas que complican el desplazamiento en bicicleta son la mala señalización y la inexistencia de bicisendas, tema en la que la Municipalidad de La Plata tiene toda la responsabilidad.
A diferencia de otras ciudades del mundo, La Plata no tiene políticas activas para el uso de bicicletas como forma de favorecer al medio ambiente y disminuir el caos de tránsito
cotidiano.
“Los automovilistas tienen que adaptar su comportamiento al tránsito compartido junto a los ciclistas y peatones, esto se logra con el diseño y la planificación en la ciudad, acompañado de información y conciencia”, manifestó Torbidoni, y propuso mayor control y sanción de las infracciones, “tanto para el auto que está detenido en doble fila y dificulta el tránsito de vehículos (sean autos o bicicletas) como para quien deja el auto subido a la vereda y entorpece el desplazamiento de peatones”.
Con motor
Durante los últimos meses comenzaron a multiplicarse las bicicletas con motor. Consideradas una antigüedad para algunos, estos vehículos han vuelto a aparecer por nuestras calles.
Los motores son de dos tiempos y obviamente funcionan con mezcla (nafta y aceite). Sus fabricantes aseguran que los impulsores convierten a las bicicletas en el medio más barato para trasladarse a cualquier destino, ya que su consumo es de 75 km por litro. Además, comentan que permite movilizarse de forma ágil sin perder las cualidades de liviandad y velocidad de una bicicleta y no necesita registro ni patente para circular.
Por otra parte, dicen que estos motores cuentan con repuestos y servicio técnico económico en todo el país. En oposición a este optimismo, hay bicicleteros clásicos de la ciudad que sostienen que estos vehículos no son nada confiables.
“Esos motores dañan a las partes de las bicicletas, son más tóxicos que los de un ciclomotor común y requieren más habilidad para manejarlas”, opinó un bicicletero local, y concluyó que “no son ni una moto ni una bicicleta, además son mucho más peligrosas porque sus frenos no están preparados para esa velocidad”. Sea como fuere, cada vez se ven más.
Riesgos e inconvenientes
Algunos problemas al usar la bicicleta pueden ser el riesgo de robo, la falta de infraestructura, como son las bicisendas o estacionamientos seguros donde poder dejarlas. A su vez puede representar un peligro el hecho de utilizar bicicletas malas, de bajo costo y calidad, o también bicicletas muy viejas y oxidadas, ya que en muchos casos no tienen un buen mantenimiento y sus ruedas lisas representan un gran peligro, sobre todo en los días de lluvia o si sus frenos están gastados o vencidos, hecho que multiplica la incertidumbre y el peligro en cada esquina.
Otro de los temores es el robo de no sólo de la bicicleta sino de alguna de sus partes. Debido a estos pequeños hurtos, muchos ciclistas han optado por no llevar más cantimploras, bolsos ni accesorios y otros objetos que son de seguridad, como los espejos, ya que en muchas ocasiones muchos amigos de lo ajeno gustan de hacerse de estos souvenirs.
Otro inconveniente de andar en bicicleta puede estar ocasionado por los posibles daños ocasionados por automóviles. Olvidando la desgracia que puede ocasionar un choque, muchas veces los accidentes se producen por descuidos y falta de conciencia de los conductores, por ejemplo al abrir las puertas para descender de los autos y no tomar el recaudo de observar si se aproxima alguna bicicleta, las que, en general, se desplazan cerca del cordón de la vereda donde los autos están estacionados. Sumado a esto están los encierros ocasionales debido al descuido y la falta de consideración y conciencia en cuanto a los ciclistas. Esto se debe, entre otras cosas, a la enorme diferencia de densidad entre el flujo de coches y el de bicicletas, sumado al poco respeto que tienen, en general, los conductores por el ciclista.
Otra contra
inevitable a la hora de elegir la bicicleta como medio de transporte son las inclemencias del tiempo. En días inestables de cambio climático y variables abruptas de las condiciones meteorológicas, hay que estar prevenidos de posibles lluvias y caídas de temperatura. En general, las inclemencias meteorológicas, como la lluvia, se erigen como una causa que influye en la disminución del uso de la bici, la cual representa no sólo esa problemática por las incomodidades que genera, sino también porque aumentan las situaciones de riesgo al circular por el pavimento mojado.
Múltiples beneficios
Además del ahorro económico, muchos sostienen que la bicicleta es un vehículo que brinda un alto grado de autonomía, independencia de movimientos y flexibilidad. A su vez afirman que las distancias en bicicleta son más cortas, ya que no sufren el mismo atascamiento de tránsito que los automóviles.
Por otro lado, muchos ciclistas destacan su practicidad, puesto que permite desplazarse puerta a puerta sin afectar el entorno ecológico, porque no contamina el aire como sí lo hacen autos y camiones.
Otro importante beneficio llega del lado de la salud. El ejercicio y el deporte que se practican mientras se realiza el desplazamiento requerido influye positivamente en la salud física. Además de reportar estos beneficios, muchos la eligen como medio de transporte para ir a trabajar, ya que ayuda a evitar el estrés, relajarse y bajar los niveles de ansiedad típicos de los entornos laborales.
También muchos ciclistas celebran que en este vehículo las reparaciones son sencillas, debido a que no presentan gran complejidad técnica y su costo es ínfimo en relación a un automóvil, por ejemplo.“Andar en bicicleta sirve para pasar un buen momento al aire libre, tener una vida sana, desplazarse de manera más ágil y rápida, sin perjuicio para el medio ambiente y permitiéndote estar en forma gratuitamente sin tener que pagar un gimnasio”, aseguró Torbidoni.
Las clases marchan sobre ruedas
La idea fue capacitar a alumnos del colegio y a chicos con capacidades diferentes como una forma de integrarlos, ayudarlos a desarrollar habilidades técnicas y acompañar procesos de enseñanza de educación vial en relación a un medio de locomoción no contaminante y saludable.
Además de reparación y armado de bicicletas, los alumnos también arreglan y construyen sillas de ruedas que luego son entregadas a la asociación Cilsa.
Consultado sobre esta iniciativa, Jorge Mattia, director del colegio, dijo que “el taller es una forma de capacitar e integrar a todos los chicos, y sobre todo a los que tienen capacidades diferentes. Todos tenemos capacidades diferentes y necesitamos distintos medios para poder adaptarnos. La idea es integrar a todos y dejar que desarrollen sus propias capacidades”.
El taller es dictado por el docente Alejandro Marinoni y funciona tres veces en dos turnos, y también durante horas libres. Allí se acercan alumnos del colegio de todos los años y también gente de diferentes centros de capacitación laboral.
Dentro del espacio no sólo se brindan herramientas prácticas, sino que también se busca la integración con la familia y una perceptiva salida laboral. “Hace unos años logramos hacer una bicicleteada a la que concurrieron alumnos acompañados de sus padres, fue una experiencia muy buena”, dijo Mattia, y además agregó: “El que se anime puede obtener una salida laboral a partir de las bicicletas. Una madre me contó que su hijo no sólo arregló su bicicleta sino la de todos los miembros de la familia, eso te demuestra la importancia del taller para todo el grupo familiar”.
Fuente: Hoy
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