Está pensado también para ser un espacio de estudio y recreaciónEn los próximos días comenzarán las obras para el nuevo buffet en el Colegio Nacional. El comedor estará computarizado para agilizar el servicio de alumnos y docentes y se espera que esté terminado para el inicio del ciclo lectivo del 2010.
Se trata de un complejo que incluye, además del comedor, un centro de fotocopiado, tres talleres de mantenimiento, cuerpo de baños y patio.
Corresponde a la segunda fase de recuperación del histórico edificio, que costará alrededor de 1.850.000 pesos y es financiada por el ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios.
Tras finalizar el miércoles pasado el estudio obligatorio de resistencia de suelo necesario para el inicio de la construcción, las autoridades del colegio anunciaron que en las próximas semanas comenzarán las obras en el patio que da a calle 48.
AMPLIO Y LUMINOSO. El diseño y la arquitectura del nuevo espacio están pensados para optimizar el servicio y para hacer del comedor un espacio confortable, que no sea sólo un lugar de paso -el momento de la comida - sino que invite a permanecer, y en el que los usuarios puedan estudiar o desarrollar otras actividades.
Para ello, la construcción será amplia y luminosa. Se va a respetar una línea de arbolado importante, con transparencias y vista a la facultad de Física, mediante vidrios especiales para evitar accidentes.
El director del Colegio Nacional, Gustavo Oliva, destacó que la nueva obra brindará más seguridad a la comunidad universitaria. Actualmente, el buffet funciona en una vieja casilla de madera junto a los talleres de reparación y mantenimiento de la institución. “Estamos al límite de la seguridad, pero con los nuevos espacios reduciremos los riesgos de trabajo, salud e higiene”.
COMPUTARIZADO. El nuevo buffet tendrá una superficie de 170 metros cuadrados y contará con capacidad para más de 120 comensales. Los arquitectos de la UNLP explicaron además que se montará una cocina íntegramente equipada que permitirá elaborar todo tipo de platos, y no sólo las denominadas comidas rápidas. Además incluirá una barra, una sala de computadoras y baños para hombres y mujeres.
El sistema computarizado en el que ya se trabaja permitirá agilizar el servicio y responder a la gran demanda: por día, circulan unas 2 mil personas, entre alumnos, directivos, docentes y no docentes.
Los usuarios ordenarán el pedido en un sector del buffet, a través de computadoras, y lo retirarán en otro para una práctica circulación. La misma fluidez está pensada para el interior de la cocina.
“En los recreos se produce una gran demanda. Hay que pensar que en diez minutos hay que atender entre 300 y 400 chicos, por lo que estamos trabajando para que sea un servicio rápido, fluido y de calidad”, señaló Oliva.
La población del colegio contabiliza poco más de 1.700 alumnos, 353 docentes y 86 no docentes. El nuevo comedor facilitará que aquéllos que viven alejados de la institución no se vean obligados a regresar a sus casas para la hora del almuerzo y regresar luego para cursar las materias y actividades en contraturno.
Además de la construcción, la institución prevé comprar nuevo equipamiento, como heladeras, cocinas, hornos y el mobiliario.
La obra está incluida en el Programa General de Desarrollo Edilicio que impulsa el presidente de la UNLP, Gustavo Azpiazu. Por eso, el Gobierno de la Nación otorgó un subsidio de 2,5 millones de pesos para la puesta en valor del colegio, y a fines de 2008 se inauguró la obra de mejora con la presencia presidencial, que incluyó la fachada del edificio (limpieza a vapor e hidrolavado del frente y el arreglo de todas las ventanas y persianas); refacciones en el hall central (tareas de pintura, refacción del cielo raso y carpintería); reparaciones en el salón de actos y en la sección de Química. Para la segunda etapa, quedan el centro de fotocopiado y tres talleres que, junto al buffet, completarán el complejo y la puesta en valor del histórico edificio de 1 y 49.
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